MARCOS, AMLO Y CÁRDENAS. Escrito por Conrado Farías Segundo.
22-09-2006
La izquierda mexicana, para regocijo inicuo de los vendepatrias de México, "está dividida" y cada uno de los líderes de fracción, se ubican en diferentes frentes. Marcos, en su lucha para sacar de la cárcel a los compañeros de Atenco, Andrés Manuel, con la vista puesta en la Convención Nacional Democrática. Y el pobre de Cárdenas, haciendo el ridículo desde el asiento que le limpio Fox con el pañuelo con el que se acababa de limpiar el sudor de tanto mentir, para que se quedará tranquilo a ver pasar los acontecimientos, con una que otra flor aventada a los pies de Andrés Manuel López Obrador.
Y el ciudadano, recibiendo la consabida ráfaga de municiones de los medios de comunicación que tienen como finalidad el atarugamiento que lleva a la inacción y a la apatía, o en el más pingüe resultado, a la mentada de madre a todos los izquierdosos. “Ahí está tu Cárdenas, ahora de gato de Fox”, se oye decir. “Ahí está tu peje, que con una esquizofrenia galopante se quiere sentir presidente”; Dicen muchos. “Ahí está tu Marcos, que ya ni se acuerda de los indígenas de Chiapas y se dedica a echar panza en la confortable Ciudad de México”. Dicen los que se cultivan leyendo las portadas de los periódicos en el puesto de la esquina y que se nutren de la bazofia televisiva y radial. Efectivamente. Marcos, AMLO y Cárdenas, son líderes de fracciones y no se llevan bien. Y a los tres se les ubica como de izquierda. Sin embargo, Fox, Calderón y el dúo Beltrones-Gordillo, a quienes se les ubica de derecha y centro, que re bien se llevan a pesar de que también han tenido sus diferencias. Calderón no era el preferido por Fox y la Gordillo y Beltrones eran “enemigos acérrimos” de la derecha mexicana y gracias a su gran sabiduría política, han tenido el talento para hacer a un lado su diferencias de principios, que al fin como dijo el gran Groucho: “Tengo mis principios, pero si no les gustan, tengo otros” y mírelos usted, comiendo en el mismo plato los cuatro. Ya hasta la señora declaró que a la hora que quiera Calderón, ella se sienta en la secretaría que le tengan a bien y si es la de Educación, mejor. Pero ese convivio a la reprostituta televisión la tiene sin cuidado y al ciudadano acostumbrado a beberse lo que le prescriban en ese consultorio, con tal de que sea suavecito y divertido, también lo tiene sin cuidado. Y ambos: Medios de comunicación aviesos y ciudadanos ignorantes, se dedican a vituperar a todo lo que suene a Marcos y AMLO y a festejar a todo lo que suene a anuncio de televisión que hable de frivolidades. Luego entonces Marcos y AMLO son violentos. Marcos, por defender a los atenquenses y AMLO, por defender el voto. De Cárdenas ni hablar. Él está dedicado en cuerpo y alma a hablar mal de AMLO y a preparar un nuevo partido: Ese sí, de real y pontificia izquierda de pura cepa. Pero siempre hay un pero. La historia no puede admitir esa versión. La verdad no puede narrarla, ni la vergüenza lo permite. O sea la ética. Que es lo mismo que la dignidad. Cómo que con qué se come. Ni la historia ni la verdad ni la dignidad están del lado de Fox, ni de Calderón, ni de Beltrones ni de la Gordillo, ni de los hijos de Azcárraga, ni de los entenados de Salinas Pliego, ni de todos los loros de radio, que ah cómo aturden con tanto grito contra AMLO. Pues sí. Andrés Manuel y el Subcomandante Marcos alias el delegado Zero, son los únicos que tienen buenas intenciones. Y hay que estar con ellos. ¿Que cómo se sabe? Fácil: Por la historia. Qué han hecho de sus vidas los derechistas y que han hecho Marcos y AMLO. Y por el análisis. Qué dicen que van a hacer los derechistas y qué dicen AMLO y Marcos. Que hizo Fox en seis años, qué ha hecho Calderón, qué ha hecho la Gordillo, qué ha hecho Beltrones. Igual Marcos y AMLO. Y qué esperamos de cada uno de ellos en el futuro. ¿Verdad que está fácil saber que Marcos y AMLO tienen buenas intenciones y los otros no? Pero si hay alguna duda, revisemos la historia; preguntemos a la verdad y démonos cuenta de quién defiende nuestra dignidad. La historia dice que hubo fraude en las elecciones presidenciales. Esa es la verdad. La historia dice que Fox y su cómplice priísta Enrique peña Nieto, agredieron cobardemente a los atenquenses. Entonces AMLO y Marcos están del lado de la dignidad. Pero eso no es poco. Se oye sencillo, pero se está hablando de la vida de millones de personas que es la que está en juego. No porque se mueran espontáneamente si nos inclinamos de un lado o de otro, sino que su calidad de vida o es ínfimo o es digno. Ese es el problema. Qué bueno que los desgraciados que roban al país, lo pudieran hacer sin quitar de la boca el alimento a millones de niños. Que aún con todo lo que se roban, los jóvenes pudieran estudiar y las familias pudieran tener suficiente para una vivienda digna y para comida en su mesa. Pero no es así. La clase trabajadora cada vez se alimenta peor y tiene menos posibilidades de estudiar. Y los amigos de Fox, de Calderón, de la Gordillo, de Beltrones y de toda esa caterva de sinvergüenzas, cada vez tienen más millones de dólares en su poder. Pero viene lo peor. Las pocas riquezas que le quedan al país, ya están en la lista de esos saqueadores. Hay que irnos olvidando del petróleo, del agua y de la tierra. Nada va a ser del mexicano. Nada. Como en este momento no es nada del ciudadano de tanto país pobre. Sí. Desafortunadamente son muchos los países en los que sus ciudadanos no son dueños de sus riquezas. No hay que darle más vueltas al asunto. Si hay mexicanos que afirmen que no hubo fraude y que Fox y Peña Nieto no son culpables de la agresión a los de Atenco, que se declaren Foxistas y que sigan paladeando los palazos que le ponen a Marcos y a AMLO por radio, televisión y periódicos. Que se crean sus mentiras. Que se aprendan sus historias, que las repitan como loros, que tengan esa definición de dignidad. Nadie ha hecho más por la violencia en los últimos tiempos, que Calderón. Nadie ha hecho más daño en los últimos años a México que Fox. Cárdenas es un pobre diablo que está luchando por salvar el pellejo o por acrecentar su fortuna. No hay otra explicación a su aceptación del puesto en el gobierno foxista como coordinador de un festejo que se llevará a cabo dentro de 4 años. Ni la mente más calenturienta se hubiera imaginado que Cárdenas llegara a aceptar un puesto de capitán de meseros en un gobierno panista. La salvación del país está en las manos del mexicano informado. AMLO es su líder institucional y Marcos es su líder revolucionario. Ambos líderes tienen que llegar a convergir y tienen que triunfar los dos. No tienen porqué ser los grandes amigos. Qué bueno que sean intransigentes cuando se habla de principios. AMLO quiere sanear las instituciones. Marcos va más allá cuando habla de mandar obedeciendo. Ambas propuestas nos convienen a los mexicanos. AMLO ha oído poco a nuestros hermanos indígenas. A Marcos se le hace que ya oyó demasiado a los políticos institucionales. Son dos etapas del progreso político que son consecutivas, no mutuamente exclusivas si se toma en cuenta la variable tiempo. Pero es absurdo decir que la izquierda está dividida. Cárdenas no es de izquierda. AMLO y Marcos trabajan bien sus propias ideas. Y hay muchos otros buenos líderes de izquierda. Afortunadamente. La movilización popular está llamada a crear las convergencias. Es la derecha la que no tiene futuro en México. Y esa sí está unida. Como lo está una banda de delincuentes durante un asalto. El ciudadano mexicano indignado, reanudará la tarea de echarla a la calle. La tarea iniciada en 1910.
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