De 7 millones de mexicanos incorporados a la población económicamente activa en este sexenio, unos 3 millones subsisten en el sector informal Foto Carlos Ramos Mamahua
En el mejor de los escenarios, el gobierno foxista y su democracia empresarial habrán generado un millón de empleos formales a lo largo del sexenio, periodo en el que alrededor de 7 millones de mexicanos se incorporaron al mercado laboral.
Sin considerar el vergonzoso rezago histórico en materia laboral, durante el "cambio" sólo 14 de cada cien mexicanos lograron ocuparse en el sector formal de la economía, independientemente del profundo deterioro en la calidad de los empleos. El resto sobrevive como puede.
De esos 7 millones de mexicanos incorporados a la población económicamente activa, poco más de 3 millones cruzaron la frontera; un número similar subsiste en el sector informal y un millón "goza" de los precarios puestos de trabajo generados formalmente, la mayoría de ellos con mínimas prestaciones, o de plano sin ellas.
Aún así, las habas no se cuecen igual. Van tres ejemplos aportados por los siempre generosos lectores:
1. "El presidente Vicente Fox creó más puestos de mando medio en su administración, en un gobierno donde un director de área gana 170 mil pesos al mes. Tan sólo en la Presidencia de la República hoy se reportan 54 nuevos directores y 10 jefes de unidad; en Gobernación la cifra de directores pasó de 65 a 116, y en la PGR de 13 a 108. Al finalizar el régimen zedillista en la alta burocracia nacional había mil 475 servidores; con Fox subió a 2 mil 109, 43 por ciento más. El mayor crecimiento se dio en el renglón de directores generales: de 234 a 847. En la Secretaría de Desarrollo Social se crearon 10 jefaturas de unidad que no existían en 2000 y 18 direcciones generales adicionales, además de 70 direcciones generales adjuntas. En la Secretaría de Salud el número de directores generales creció de 22 a 33, y el de adjuntos de 18 a 26. En la Secretaría del Trabajo pasó de siete directores a 105, y ocho jefes de unidad, todas plazas nuevas. El sueldo de un simple director de un órgano descentralizado como el INEGI pasó de 50 mil 195 a 260 mil pesos al mes, un aumento de 500 por ciento, que se compara con los 8.32 pesos de aumento que ha tenido el salario mínimo en el sexenio" (Coalición Nacional de Trabajadores del INEGI, coalinor@hotmail.com). Y falta el fenómeno Pemex, explosivo en el "cambio".
2. "En la empresa que trabajo también nos querían descontar 10 por ciento del sueldo dizque como fondo de ahorro, porque al no darnos ninguna prestación pretendían disfrazar esto como que al final del año te daban tu aguinaldo. Obviamente no estuve de acuerdo y me hicieron firmar una carta en la que renunciaba a cualquier tipo de prestación. Además, los pagos a la gente no los tramita la empresa, sino una firma externa que nos tiene dados de alta como que somos una cooperativa. Como solicité pagar el IMSS por mi cuenta me dijeron que sólo me darían de alta con el salario mínimo, y así lo estoy pagando, con las consecuencias de esta situación, ya que si me incapacito sólo me pagarán un salario mínimo. Como estamos en un país de empresarios, los trabajadores cada vez estamos más desprotegidos, mientras una camarilla de delincuentes con el seudonombre de empresarios se lleva todo. Por eso urge cambiar este modelo que sólo ha traído miseria a la clase trabajadora". (app19577@hotmail.com)
3. "¿Qué no hay mucho trabajo? Por el contrario. En mi compañía tengo ya más de cinco años y me tocó la gran crisis de la mezclilla en la región Laguna (Torreón, Coahuila, y las ciudades de Gómez Palacio y Lerdo, Durango, que entre las tres forman una), pero los gobiernos municipales se unieron y se fueron a visitar varias partes de Estados Unidos, Canadá y China (en su momento con la crisis de la mezclilla fueron muy criticados), y se lograron traer fuentes de empleo a la región, tanto así que después de que en la pérdida de miles de empleos en la región se ha recuperado y generado muchos más (la región ya la componen un millón 500 mil personas entre las tres ciudades), tanto así que las empresas son de giros automotrices que son mejor pagados los sueldos con más prestaciones y aquí no hay sindicatos y eso la verdad ha ayudado mucho porque no sirven para nada. Era una avalancha de gente desempleada, y en los periódicos nacionales, como siempre, ni en cuenta nos toman a la región norte y creen que nosotros no aceptamos a los sureños. Que busquen otros destinos fuera de la capital. México no sólo es el Distrito Federal". (Sergio Casas, SCasas@levi.com)
Las rebanadas del pastel:
De la lectoría y los refrescos : "cuando veo cómo México se ha convertido en Foxilandia por obra y gracia de la pareja presidencial, me pregunto: ¿por quién se votó en 2000? Pienso que se votó por una vil Coca Cola, eso, una Coca Cola. Es decir, nada, un engaño, una ilusión irrealista, un estado de ánimo manipulado y manipulable, un producto cuyo solo contenido es la mercadotecnia. Claro, ya nos llenaron la panza de basura con este Foxa-Cola. Ahora la pregunta es: ¿cuál será el nuevo productito que nos quiere hacer tragar?" (luiscg 29@hotmail.com)... Creo que le llaman Chapelen-Cola (sin gas), aunque otros lo conocen como Fraude-Cola.
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