18 de septiembre de 2006 Detrás de la Noticia
Ya los dos rebasaron el punto de no retorno. Luego de haber estado pegados, ahora vuelven a alejarse para seguir su destino. Felipe Calderón y AMLO estarán aun más distantes. Con todo lo que significa para el país que estén todavía más opuestos cada día que pasa.
Felipe es el presidente electo. Y está apoyado por la legalidad que le han dado las instituciones electorales. Primero el IFE, que se apresuró a declararlo como ganador, y luego el TEPJF que, junto con él, se negó al voto por voto y luego le dio la Presidencia, pero le arrojó una carga enorme de incertidumbre al reconocer que el presidente Fox puso "en grave riesgo el proceso" y que la cúpula empresarial había quebrado la ley. En pocas palabras, una elección a todas luces injusta. Y además muy probablemente ilegal, porque cada vez que se recontó, la distancia entre Calderón y AMLO se redujo al grado de disminuir de 0.58 a 0.56 en el recuento del propio Tribunal del 9% de las casillas. En suma, el TEPJF le dio a Calderón las toneladas de legalidad que necesitaba para aplastar las impugnaciones, pero no le aportó ni un gramo de legitimidad para poder salir a la calle.
AMLO habita el planeta opuesto. Confrontado con esas instituciones a las que ha mandado al diablo una y otra vez, ha vivido literalmente en la calle en estos 50 días después del 2 de julio. Sumando y restando. Consciente del enorme desgaste que ha implicado la toma de Reforma. Pero trabajando día y noche en una estrategia en tres campos: el político, el partidista y el social. Primero, el levantamiento de los plantones y el anticlímax del 15 de septiembre lo muestran comenzando un nuevo capítulo ya más de corbata. En el plano partidista, la coalición Por el Bien de Todos ahora convertida en el Frente Amplio Progresista -PRD, PT, Convergencia- desmiente las versiones de un resquebrajamiento luego del resultado oficial adverso. Aun más, el FAP se ha comprometido desde ahora a seguir respaldando el liderazgo de AMLO, a quien reconoce como el verdadero ganador en la contienda. Y en ese punto, el campo de lo social es tan o más importante que los anteriores: AMLO ha sido declarado "presidente legítimo" por más de un millón de delegados a la Convención Nacional Democrática que -aun con las simpatías perdidas- representan a buena parte de los casi 15 millones que votaron por él en las urnas. Si los panistas insisten en que es un acto menor "en una reunión de amigos" estarán cometiendo un gravísimo error de cálculo. AMLO -aunque les revuelva el estómago a sus detractores- representa una fuerza en sí mismo, incluso más allá de su partido. Un formidable luchador social que ha reunido en su torno a grandes grupos de mexicanos en ciudades y pueblos a lo largo y ancho de todo el país.
AMLO está pues decidido a formar un gobierno paralelo -con gabinete y todo- que tendrá su asiento en la capital, pero que será a la vez itinerante. Como si se tratase, supongo, de una prolongación de la campaña presidencial. Todavía es un misterio cómo se manifestará este gobierno -"espejo" o "en las sombras" dirían algunos- en cuanto a acciones concretas. Pero es fácil suponer que habrá nuevos mítines en las plazas públicas, tomas temporales de vías e instalaciones oficiales, así como plantones o bloqueos con propósitos determinados. Tampoco podemos anticipar cómo este gobierno de resistencia civil se eslabonará con el FAP y con sus propios legisladores para institucionalizar no sólo las protestas sino las propuestas que surjan del contacto popular. De lo que sí podemos estar seguros es que no será tan fácil como un simple mayoriteo PAN-PRI en el Congreso para, por ejemplo, aprobar nuevas leyes que permitiesen privatizar Pemex y la CFE. Algo harán AMLO y sus huestes allá afuera.
Mientras tanto, Felipe Calderón disfruta -supongo que sí- de un triunfo amargo y solitario. Cuestionado por millones, debilitado por el TEPJF, alejado de su partido y cada vez más desacreditado por un presidente que no termina de irse, dicen que ahora sí está pensando lo del voto por voto, aunque sea demasiado tarde. Quiere conjurar la pesadilla. ¿Será?
ddn_rocha@hotmail.com
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