martes, septiembre 19, 2006

La agenda legislativa con rostro empresarial



La reforma laboral, las reformas en materia fiscal y la modernización del sector energético, son tres de las prioridades de Acción Nacional en la LX Legislatura del Congreso de la Unión, además del fortalecimiento de los apoyos a las pequeñas y medianas empresas, y el fomento a la inversión privada en infraestructura aeroportuaria, ferroviaria y portuaria.




Con su “rostro empresarial”, la agenda económica del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados confirma la participación activa de los hombres de negocios en la política partidista, así como el interés de la iniciativa privada por reimpulsar las llamadas reformas estructurales que naufragaron durante el sexenio de Vicente Fox.

La reforma laboral, las reformas en materia fiscal y la modernización del sector energético, son tres de las prioridades de Acción Nacional en la LX Legislatura del Congreso de la Unión, además del fortalecimiento de los apoyos a las pequeñas y medianas empresas, y el fomento a la inversión privada en infraestructura aeroportuaria, ferroviaria y portuaria.

“El tema fundamental es el de la competitividad económica y los diputados de mi bancada que han pasado por organismos empresariales tienen mucho qué aportar”, puntualizó José Manuel Minjares Jiménez, responsable de la Subcoordinación Económica del PAN en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

En conversación con MILENIO Semanal, el legislador panista detalló que la competitividad requiere de reformas en materia laboral, fiscal y energética, como la base para generar un mejor entorno para los negocios y, en consecuencia, un mayor número de empleos. “El tema fundamental de esta Legislatura para nosotros, en sintonía con la propuesta de Felipe Calderón, es el tema de la competitividad, y vamos a agotar todas nuestras energías en impulsar la agenda del presidente Felipe Calderón para que a través de un México competitivo podamos generar los empleos que necesita la gente que se está incorporando año con año al mercado laboral”, indicó.

La cúpula empresarial incrustada en la fracción del PAN pugna adicionalmente por espacios decisivos en las comisiones de Hacienda y Crédito Público, de Presupuesto y Cuenta Pública, y de Economía, para empujar desde ésas posiciones clave las reformas legales que demanda la iniciativa privada.

De hecho, cuatro de las ocho subcoordinaciones del blanquiazul en la Cámara de Diputados fueron asignadas por el jefe de la bancada, Héctor Larios Córdova, a legisladores de extracción empresarial.

La Subcoordinación de Enlace Legislativo recayó en Gerardo Aranda Orozco, ex presidente nacional de la Coparmex, y la Subcoordinación Social fue encargada a Beatriz Eugenia García Reyes, representante de la Canacintra en San Luis Potosí.

A su vez, la Subcoordinación de Campo es encabezada por Francisco Domínguez Servién, presidente de la Asociación de Porcicultores de Querétaro, mientras que la Subcoordinación de Administración quedó bajo la responsabilidad de Abel Cuevas Melo, empresario cafetalero del estado de Veracruz.


La Agenda Empresarial del PAN
Registrada el pasado 5 de septiembre ante la Secretaría General de la Cámara de Diputados, la agenda legislativa del PAN para la LX Legislatura del Congreso de la Unión se divide en 96 propuestas generales en materia social, económica, agropecuaria y jurídica. El capítulo económico fue integrado principalmente con las propuestas de los diputados del sector empresarial, en conjunto con los planteamientos del equipo de transición de Felipe Calderón.

Dicha agenda coloca por delante las reformas en materia fiscal, con adecuaciones a la Ley del Impuesto Sobre la Renta, al Código Fiscal de la Federación y a la Ley del Impuesto al Activo, “para simplificar el marco legal, dar mayor sencillez al sistema fiscal y fomentar tasas competitivas”.

Es decir, reducir las tasas de los gravámenes, como lo han propuesto sistemáticamente Acción Nacional y los organismos cúpula del sector empresarial. Y aun cuando el tema de la homologación del IVA en alimentos y medicinas no está expresamente considerado en la agenda, el diputado Minjares Jiménez tampoco descarta esa posibilidad:

“Nadie lo ha puesto sobre la mesa. Ni el gobierno ni los grupos parlamentarios, ni los diputados, pero si queremos hacer un trabajo serio y responsable, no podemos entrar con prejuicios de tal cosa sí, y tal cosa no”.

Anticipó que su bancada analizará “cuál es el desarrollo de los temas en esta Legislatura y las propuestas que se pongan sobre la mesa, pero no podemos en estos momentos estar aprobando nada a priori, pero tampoco descartando a priori nada”.

Respecto a la modernización del sector energético, la agenda panista recoge otra de las demandas recurrentes de los hombres de negocios: energéticos baratos y de buena calidad. “La sociedad y el sector productivo nacional demandan bienes y servicios más baratos y de mejor calidad; para ello se propone detonar el sector energético mediante la modernización y el fortalecimiento de las empresas públicas, sin privatizarlas”, detalla el documento.

Se trata de revivir las propuestas presentadas durante el sexenio foxista para abrir el sector a la inversión privada, a fin de que los particulares puedan competir con Pemex y la CFE. Así lo confirma el numeral 35 de la agenda económica panista, que establece la intención de “retomar las iniciativas presentadas en el Congreso de la Unión, tendientes a fortalecer el sector energético nacional, sin privatizar las empresas públicas y asegurando que el Estado mantenga la rectoría del sector energético”.

Por cuanto corresponde al interés del sector privado en invertir en otros sectores estratégicos, el subcapítulo de infraestructura despeja cualquier duda.

“Adecuar el marco legal de adquisiciones y licitaciones para agilizar la ejecución de obras de infraestructura”, así como “reformas el marco jurídico, de manera tal que facilite la inversión en infraestructura aeroportuaria, ferroviaria, portuaria y de transporte multimodal en puertos”, establece. La agenda considera también una reforma referente a las pequeñas y medianas empresas, para “consolidar en una sola instancia administrativa todos los apoyos y programas” destinados a ese sector.

El propósito es “ofertar un mayor acceso al capital, con mejores esquemas de financiamiento, una mejor asistencia técnica y capacitación para el desarrollo empresarial”, además de, claro está, promover “una mayor participación de las empresas en los procesos de licitación organizados por el gobierno”.


La Reforma Abascal
Enmarcada en la agenda social de los diputados federales del PAN, la reforma laboral ocupa un espacio de primer orden entre las prioridades legislativas para el trienio 2006-2009. De acuerdo con el proyecto panista de la LX Legislatura, el país requiere “concretar la reforma a la legislación laboral, a través de nuevas modalidades de contratación; una justicia profesional y expedita; la democracia sindical; el apoyo a la capacitación y multihabilidad; la productividad y la competitividad”. Asimismo, “mejores condiciones laborales en el acceso, permanencia y promoción del empleo de mujeres, jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades diferentes”.

En resumen, es la negociación de la llamada Reforma Abascal, con los puntos pactados por los organismos empresariales y el sindicalismo oficial durante el sexenio de Vicente Fox, pero que al final de cuentas quedaron entrampados en la “congeladora legislativa” merced a las divergencias generadas por la coyuntura de la elección presidencial.

Pese al perfil claramente empresarial de la agenda legislativa del panismo, Minjares Jiménez sostiene que no existe una contraposición con el compromiso de priorizar las reformas sociales en esta legislatura. La intención final es “generar políticas públicas que puedan ayudar a los mexicanos que tienen condiciones más desfavorables a empatarse en oportunidades, igualar las oportunidades”, dijo. Definitivamente no hay contradicción, sostuvo, “porque estamos convencidos de que si establecemos políticas públicas que vayan de la mano con leyes, que permitan a los mexicanos más desfavorecidos la igualdad de oportunidades mediante acceso a servicios de salud y educación, en ese momento podemos tener un México mejor y, sobre todo, más competitivo”.

Así, los hombres de negocios, en su papel de legisladores, intentarán conciliar su agenda con las prioridades de la clase política, pero ya no con la mediación de cabilderos, sino en forma personal y directa desde las entrañas del Congreso de la Unión
Fernando Damián H./ Foto: Javier García

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