GRACIAS A LA COLABORACION DE Gabriel Avila nosferatu
Jean Meyer: sobre un venero político, popular, católico, derechista
En El sinarquismo, el cardenismo y
Eduardo Castañeda H.
Su objetivo era salvar a
El historiador franco-mexicano, Jean Meyer, especialista en la historia político religiosa del México del joven siglo XX, acaba de publicar una nueva entrega sobre el sinarquismo. La primera fue en Francia, en 1977, se llamó Le sinarquisme: Un fascisme mexicain? (El sinarquismo, ¿un fascismo mexicano?). En el reciente volumen, de Tusquets, analiza el papel que jugó la jerarquía católica en este gran movimiento político confesional, la coyuntura política y social de México, campesino, subdesarrollado, y los gobiernos del naciente Partido Revolucionario Institucional (PRI). Un cruce de caminos en que comenzó a perfilarse el coágulo corporativista y la búsqueda democrática de izquierdas y de derechas.
Autor de libros como
El sinarquismo es un “dilatado campo de reflexión”, dice en el libro, ¿cuál es en el momento actual de México la reflexión que habría que hacer a partir de este movimiento?
El sinarquismo es un capítulo cerrado de la historia de México, que corresponde al parteaguas entre la presidencia de Cárdenas y la de Miguel Alemán. Entonces, en ese sentido, no hay aplicación de lecciones históricas a la situación presente, ya que el país es radicalmente diferente. Ese país de 1940 tenía apenas 20 millones de habitantes, la ciudad de México apenas alcanzaba el medio millón. Era un país rural en setenta por ciento, donde la gente se desplazaba en ferrocarril, la revolución del coche y la carretera apenas se anunciaba. En ese sentido es que podemos decir que es un tema de archivo, lo que no deja de ser interesante.
Hay tanta diferencia entre el gobierno de (Vicente) Fox, que es un presidente católico, apoyado, pero no elegido únicamente por el PAN, y el sinarquismo, como la hay entre el presidente (Lázaro) Cárdenas y su nieto Lázaro (Cárdenas), el actual gobernador de Michoacán. Sigue siendo un hombre de izquierda, como de la misma manera podemos decir que nuestro gobierno actual es de derecha, pero las diferencias son mayores que las semejanzas. No podemos decir que haya continuidad, sino que cada época, cada generación está inventando su México y no podemos decir que la presencia del Carlos Abascal (actual secretario del Trabajo), hijo de Salvador Abascal (el líder sinarquista) significa que triunfó el sinarquismo y que estamos bajo un gobierno de extrema derecha nacional católica. Eso no, definitivamente no.
En todo caso, ¿hay algunos campos en los que podamos encontrar ecos de este movimiento en la actualidad?
Yo no lo encontraría, porque uno se sorprendería al descubrir que las únicas prolongaciones del sinarquismo serían en esos movimientos de agricultores y campesinos inconformes, que teóricamente se encuentran abrigados, manipulados a veces por el PRI, el PRD o grupos que se encuentran a la izquierda. Así que yo no lo buscaría del lado del gobierno, sino más bien del lado de la oposición y exclusivamente en el medio rural, no en el medio urbano. El sinarquismo fue un movimiento de masas, de masas campesinas, pobres y con pegamento muy fuerte de la ideología católica. Y eso hoy en día no lo encontramos porque los católicos se dividen entre los tres grandes partidos. Muchos católicos votan por el PRD, votan por el PRI, por el PAN. Hoy en día hay gobernadores del PRD que manifiestan públicamente que son católicos practicantes, y hay gobernadores del PRI, antes inimaginable, que manifiestan y hacen saber que van a misa el domingo y que comulgan. Entonces, ya no hay ese bloque católico reaccionario, totalmente opuesto a
¿Esta visión de los sinarquistas fue un espejismo? ¿cómo fue que construyeron ese discurso que con el tiempo puede parecer un alucine?
Parece un alucine, pero fíjese que ahorita que es estamos hablando, estamos tratando de hablar con la pura razón, y sin embargo somos seres mucho más complicados que eso. Así como presenté el alucine sinarquista, en su lectura de
Jean Meyer: sobre un venero político, popular, católico, derechista
¿De dónde nace su interés por el sinarquismo?
Nació de forma paralela a una investigación sobre
¿Por qué a este movimiento se le estigmatizó con los calificativos de fascistas, aunque sólo fuera por ciertos rasgos, como explica en el libro? ¿Hubo hechos que lo reafirmaran?
Hechos no, pero por ejemplo, la simpatía de los dirigentes sinarquistas, no de los militantes que ni sabían qué era España, ni sabían quién era Franco, pero la simpatía de la dirigencia nacional por Franco es evidentemente una cosa que para la izquierda mexicana, que en ese momento recibía a los republicanos españoles derrotados, era odiosa. Se quedaron con esa idea de que franquismo-sinarquismo-fascismo era la misma cosa. Ahí sí hay una razón muy buena para eso. Y luego como los sinarquistas desaparecieron de la historia, se diluyeron, se desinfló el movimiento como un globo, pues nunca tuvo como abogados para defenderlo o para rehabilitarlo o para bajar el tono de las acusaciones. Sinarquista, para mucha gente sin que sepa qué eso, queda como sinónimo de fascista o de nazi.
¿De qué murió el movimiento?
Podríamos decir que de muerte natural, porque cumplió de cierta manera con la misión que le habían asignado sus dirigentes invisibles, porque hay que recordar que es un fenómeno muy extraño en el que hay un sinarquismo visible, que es el multitudinario, de esos campesinos que marchan con banderas y que hicieron mucho ruido y ocuparon mucho espacio durante muchos años. Su líder visible: Salvador Abascal. Pero hubo unos dirigentes invisibles que no les interesa destruir a
¿El sinarquismo es una base para la posterior creación de partidos de derecha como el PDM o el PAN?
Bueno, el Partido Demócrata Mexicano (PDM) fue como la cola, póstuma, muchos años después del sinarquismo y ya se vio el resultado. En cuanto al PAN, nace al mismo tiempo que el sinarquismo y en ese momento es enemigo mortal del PAN, porque el sinarquismo no admite esa vida política moderna, democrática, hecha partidos, de elecciones, eso lo condena, y los sinarquistas predicaban la abstención. Uno podría decir que si los dos son católicos, por qué los sinarquistas no votan por el PAN, pero es que ellos estaban en contra de esa vida política moderna. Entonces, el sinarquismo, en nuestro mundo actual, del México de después de la transición democrática, donde la oposición pudo ganar hasta
¿En México existió o existe la ultraderecha?
Seguramente existen elementos de ultraderecha, pero que como organizaciones visibles no son gran cosa, y más bien hay una ultraderecha que es más difícil de localizar, porque se sitúa alrededor de grupos empresariales, de intereses económicos o de cierto sector de la iglesia (católica) o de cierto sector que ya ni siquiera es católico y que es tranquilamente neonazi y que es en algunos casos anti católico. Estos últimos, que gravitan alrededor de algunos grupos ultranacionalistas, antisemitas, que se llaman, por ejemplo, Águilas Aztecas, que preocupan a la comunidad judía de México, que yo sepa no son una amenaza porque no tienen conexión política, ni con grupos fuertes de empresarios. Y mientras en México el juego político se de manera ordenada, institucional entre los tres grandes partidos, no hay amenaza.
En México no ha surgido la ultraderecha como en otros países porque se necesita un gobierno débil, crisis institucional, para que gente tipo Mussolini, tipo Hitler, puedan treparse sobre un gran descontento popular y eso aquí no se ha dado.
¿Decir que el gobierno actual es de ultraderecha es un despropósito?
Obviamente, Fox no es la ultraderecha, sería un insulto, un absurdo, que se puede entender y aceptar solamente como guerra política y entonces la adversario se le endilga cualquier cosa, pero obviamente no se trata de un hombre de ultraderecha.
¿Ahora mismo cuáles serían las ideas de la derecha “más hacia la derecha”, en las que hay que poner atención por su evolución?
Creo que denunciamos siempre y satanizamos el movimiento Provida, y tenemos razón. Y eso no asusta a su dirigente, que le encanta tener el papel de recibir los golpes, se siente como héroe. Yo creo que la amenaza no viene por ahí, aunque sea gente de ese tipo de mentalidad, gente muy inconforme y asustada por el mundo moderno y su evolución, gente puritana frente a la revolución sexual, al consumismo, todo eso... Ellos son los más visibles y no creo que sean los más peligrosos, porque lo que es visible no es tan peligroso.
No soy especialista, no conozco la realidad de ciertos grupos de intereses económicos, que se están apoderando o que están ejerciendo presiones muy fuertes sobre los medios masivos de comunicación, yo tendría más miedo de ese lado, pero insisto, no tengo datos.
¿Usted se considera un hombre de derechas o de izquierdas?
¿Yo? (se sorprende) Bueno, no soy hombre de derecha, tengo mi corazón a la izquierda y soy un hombre de izquierda que critica a la izquierda, y eso me da fama de ser un hombre de derecha. Soy no conformista. Como decía el gran pintor jalisciense Clemente Orozco, cuando todo el mundo dice sí, hay que decir no y cuando todo mundo dice no, hay que decir sí. Entonces intento ir a contracorriente para no perder la distancia y la lucidez.
el 02 de julio del 2006.
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