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El gabinetazo de Calderón (y otras revelaciones exclusivas).
El gabinetazo.
Para la secretaría de gobernación, un puesto clave para el funcionamiento del nuevo gobierno, se han manejado muchos nombres y todos, a su vez, se han descartado. El éxito de la gestión del michoacano dependerá de la inteligencia, la integridad, el talento y la capacidad de quien ocupe las oficinas de Bucareli, y es por eso que Felipe Calderón no ha encontrado en su equipo a nadie que pueda ocupar ese cargo. Ante lo famélico de la caballada blanquiazul, el presidente electo se debate entre no nombrar secretario de gobernación ó contratar a un extranjero para que ocupe esa posición. Los nombres que suenan con más fuerza son el de Jürgen Klingsman y el de José María Aznar.
Por la educación pública hay una pugna soterrada, y Calderón tendrá que pagar con esta secretaría algunas de las facturas por apoyos recibidos durante la campaña. Por un lado, Televisa reclama esta posición y busca colocar a Adal Ramones como el nuevo titular, y por el otro la profesora Gordillo no está dispuesta a dejar ir ésta cartera- ni ninguna otra, para el caso- que considera de su propiedad por derecho natural. Se asegura que Miguel Ángel Yunes toma clases intensivas para aprender a leer y escribir, y estar así listo para hacerse cargo de la SEP a nombre de la profesora.
Para la secretaría de Hacienda se menciona con insistencia a Vicente Fox. Al parecer, Felipe Calderón quedó muy impresionado con la hacienda del presidente en Guanajuato que visitó recientemente con su familia.
Para la secretaría de Relaciones Exteriores, se habla de designar a una mujer. La idea es tener a alguien de mucha sensibilidad y fino trato en el cargo y con quien ningún mandatario del mundo se pueda- o más bien se quiera-pelear. Se mencionan los nombres de Maribel Guardia, Luz Elena González y Ninel Conde.
Todo indica que Diego Fernández de Cevallos, enemigo acérrimo de Felipe Calderón, se va a ir a una embajada; aún no se sabe si a la francesa o a la... belga.
México 20-30
Nuestras fuentes nos han confirmado que la redacción del proyecto presentado esta semana por Felipe Calderón causó algunos conflictos en el equipo de transición e hizo que arreciara la pugna entre Juan Camilo Mouriño y Josefina Vázquez Mota. La primera versión del plan, redactado por doña Josefina con la asesoría de dos intelectuales cercanos a los afectos del presidente electo, llevaba por nombre México 11 y 11. Sin embargo, Mouriño le hizo ver a Felipe Calderón las desventajas y limitaciones de tener un proyecto de gobierno que sólo abarcara la duración de su sexenio, y que además compartiera el nombre con la exitosa obra de teatro de Chespirito- ¡Chin, creo que ya revelé la identidad de los intelectuales!- y le presentó otro plan de largo plazo, redactado por el Consejo Coordinador Empresarial, llamado México 20-30. Después de pensarlo un rato, Calderón entendió que 20-30 se refería al año 2030, y lo aceptó con la condición de que su partido no deje el poder hasta entonces.
En busca de la legitimidad.
No es un secreto que para poder gobernar, Felipe Calderón necesitará empezar su gestión con acciones y medidas que le proporcionen la legitimidad que los votos de Elba Esther Gordillo y Juan Carlos Ugalde no le pudieron dar. Veamos en qué está pensando el equipo compacto del presidente electo:
1) Una acción que probó su efectividad en el pasado es la de capturar y meter a la cárcel a Joaquín Hernández Galicia, La Quina. Los operadores de Calderón peinan ya Tamaulipas tratando de localizar al ex líder petrolero, quien al parecer recibió un pitazo y puso pies en polvorosa.
2) Otra acción que ha demostrado su efectividad es la de solucionar crímenes impunes del pasado. Calderón y su equipo evalúan un ramillete de opciones:
a) El asesinato de Álvaro Obregón.
b) El magnicidio de John F. Kennedy.
c) El asesinato de Francisco Stanley.
d) El caso de las cajas de seguridad del Banamex de Tecamachalco.
3) Felipe Calderón ha repetido que rebasará a López obrador por la izquierda, con el objetivo de atraer para su causa a la gente que apoya al tabasqueño. En este mismo tenor, Felipe piensa implementar algunas de las propuestas de gobierno de López Obrador, como la de mudarse a vivir a Palacio Nacional y, de ser estrictamente indispensable, hasta irse a vivir a su departamento de Copilco (al del Peje, pues).
4) La medida más espectacular que considera el presidente electo Felipe Calderón, y que podría implementar en caso de que ninguna de las medidas anteriores diera resultado, es la de renunciar al cargo una vez que tome posesión. Aunque le generaría algunos problemas de gobernabilidad, sin duda le garantizaría la aprobación de por lo menos la mitad del electorado.