lunes, septiembre 11, 2006

Viejo y nuevo corporativismo Miguel Ángel Granados Chapa

Como antaño, las agrupaciones obreras que prefieren el favor gubernamental que el de sus representados se hacen presentes junto con organizaciones de nuevo cuño que, sin embargo, parecen sólo reproducir intereses y formas de acción vetustos

Las "fuerzas vivas", como antaño se denominaba a las agrupaciones que representan a los intereses creados, se apresuraron a saludar al Presidente electo Felipe Calderón apenas lo declaró en esa condición el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Lo hicieron la Iglesia católica, los empresarios, los sindicatos a la vieja usanza. Y también las organizaciones que, copiando o expropiando las formas de agrupamiento priista se visten ahora de azul.

El Episcopado mexicano salió indemne de los señalamientos de interferir en los comicios; los "indicios leves" de que tal ocurriera no llevaron a la sala superior "al pleno convencimiento de la existencia de una conducta sistemática desplegada por la Iglesia católica o cualquiera otra, en beneficio de un candidato, partido político o coalición, sino únicamente la probable existencia de hechos aislados e inconexos". En reciprocidad, los obispos se sumaron "a los ciudadanos e instituciones que respaldan la actuación y el fallo que ha dado el Tribunal y por tanto reconocemos la legalidad del nuevo Presidente electo".

Por su parte, sin acusar recibo del señalamiento en su contra como infractor del código electoral, contenido en el dictamen de la sala superior, el Consejo Coordinador Empresarial dijo sin morderse la lengua que "de estos comicios surgen lecciones que es necesario asimilar para hacer de México un país con democracia e instituciones consolidadas, que sustenta su desarrollo en el respeto irrestricto al estado de desarrollo".

A la expresión cupular del CCE se unieron de inmediato la Asociación de Bancos de México, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, el Consejo Nacional Agropecuario, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, las cámaras nacionales de las industrias de la celulosa y el papel, de la industria forestal, de la industria maderera, de la industria pesquera y acuícola, de la industria de las telecomunicaciones, la cámara minera, así como la Confederación Nacional de Cooperativas Pesqueras. Y muchas más. El Consejo de la Comunicación, "voz de las empresas", consideró que "lo más significativo de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es que nos permite tener la certeza de la legitimidad del proceso electoral".

Se presentó de inmediato el viejo corporativismo. El Congreso del Trabajo, encabezado por el dirigente ferrocarrilero Víctor Flores, a quien le urge siempre ser el primero en postrarse ante el Presidente, sea quien sea, del partido al que pertenezca, habló en nombre del "movimiento obrero organizado", "respaldó" la decisión del tribunal y felicitó a Calderón "por su próxima responsabilidad al frente del Ejecutivo federal". Actitud semejante adoptó el sindicato petrolero, agradecido quizá por la benevolencia del actual Gobierno a las trapacerías de sus dirigentes. Y lo mismo hizo, por igual motivo pero con mayor razón, la versión de Elías Morales del sindicato minero, a quien la Secretaría del Trabajo pretende regalar esa organización. Parte del viejo corporativismo, aunque se disfrace de algo diferente, es también la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (arrancada a la antigua Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado), a la que encabeza el solitario Senador gordillista Rafael Ochoa Guzmán.

Es muy llamativa la presencia de nuevas agrupaciones civiles, surgidas al calor de la contienda formalmente ya concluida, como Sociedad en Movimiento, alentada por la Coparmex y el Grupo a Favor de lo Mejor, que recibe el apoyo del señor Lorenzo Servitje, en cuya declaración se propone: "El proceso electoral ha culminado, ahora inicia una nueva etapa que exige la voluntad de todos en la construcción de un México de instituciones fuertes, que dé oportunidades a los ciudadanos y que se consolide democráticamente". Son de corte semejante, y hasta con no pocos miembros en común, la agrupación Mejor Sociedad y Mejor Gobierno, y una conjunción innominada que hace manifestaciones en torno de la familia.

Más netamente vinculados al Gobierno y su partido son el Movimiento Indígena Popular y Unimoss, forzada sigla de la Unión Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social. Por haber sido reunida desde secretarías de Estado (la de Agricultura y la de Desarrollo Social, especialmente), al punto de que su dirigente Javier Eduardo López Macías era funcionario federal, se ha podido llamar a Unimoss la "CNC azul", pues representa la intención panista de reemplazar los controles del PRI en el campo. En frases desarticuladas, esta unión de uniones expresa: "No hay tiempo que perder, la contienda ya terminó con el fallo del tribunal electoral... el cual es inapelable e inatacable. La legalidad y el respeto a las instituciones son la base de la convivencia social, pues sin un estado de derecho, la libertad, la seguridad y la paz se verían amenazadas".

La posición del movimiento campesino e indígena vino en dos presentaciones. Una, dirigida al tribunal y otra al Presidente electo. Al primero le dicen que su resolución "fortalece el estado de derecho y nuestra vida democrática". Y a Calderón le ratifican su "más decidido apoyo para enfrentar los grandes retos de la nación" Este movimiento, que "siempre ha luchado por un México más justo", incluye a organizaciones ex priistas tanto del campo como de la ciudad, de la capital como de los estados, que se pasaron al panismo en esta coyuntura electoral.

Cajón de sastre

Se completan hoy cinco años de los atentados que por primera vez llevaron la muerte y el terror foráneo a Estados Unidos, aunque esa poderosa nación haya padecido ataques semejantes (si bien no de esa magnitud) practicados desde dentro, producidos por sus propios ciudadanos. El lustro corrido desde que vimos, como si se tratara de una cinta de ficción, aviones penetrando las torres gemelas de Nueva York ha permitido más avances del terror que de la defensa en su contra, porque la cruzada contra el terrorismo lo practica en vez de realmente combatirlo. Las invasiones de Afganistán y de Iraq, no han rendido los frutos que sus autores imaginaron y proclamaron, pues la violencia civil, y la generada por la ocupación misma progresan en vez de amainar, generando la espiral destructiva en que una agresión se contesta con otra semejante de grado mayor. Y es que se destinan ingentes recursos a combatir un síntoma y no se ha puesto suficiente energía y talento en reflexionar y actuar sobre las causas de que grupos y tendencias sociales acudan a la violencia.

Correo electrónico: libraria@prodigy.net.mx

No hay comentarios.: