Durante las masivas movilizaciones convocadas por Andrés Manuel López Obrador los domingos 16 y 30 de julio, personas cercanas a la familia Azcárraga Jean confirmaron lo que se evidenció en el Zócalo capitalino desde la primera concentración poselectoral para pedir el conteo voto por voto: el repudio y la indignación de miles de manifestantes hacia la política editorial de Televisa, empresa que optó por favorecer el triunfo de Felipe Calderón y condenar, a través de sus noticiarios y de programas como El Privilegio de Mandar, la impugnación del resultado del 2 de julio y el conteo casilla por casilla en el Tribunal Electoral.
Una de esas personas que observó con preocupación las rechiflas contra Televisa fue Delfín Sánchez Juárez Lazo, esposo en segundas nupcias de Nadine Jean, madre de Emilio Azcárraga Jean. Desde que se inició la campaña electoral, Sánchez Juárez trató de influir para que el consorcio equilibrara su información.
Acompañado por Francisco de Paula, Sánchez Juárez, uno de los cuatro tataranietos de Benito Juárez y amigo de muchos años de Porfirio Muñoz Ledo, transmitió en el interior de la empresa lo que todos observaron en las calles del Centro Histórico: Televisa pierde aceleradamente su carácter neutral y se vuelve parte de la contienda poselectoral.
A pesar de esta advertencia, dos semanas después, el 30 de julio, los espacios con mayor rating de Televisa optaron por invisibilizar la movilización de más de 2 millones de personas. También TV Azteca decidió negarle voz e imagen a los cientos de miles que reclamaron "voto por voto, casilla por casilla". En la movilización proliferaron los carteles en contra de conductores de ambas empresas y miles de pegotes que parafraseaban una campaña de promoción del voto: "Televisa, digan la verdad, ¿tienen el valor o les vale?".
Sólo el programa Punto de Partida, conducido por Denise Maerker, realizó una crónica extensa, pero en la señal de Canal 4, que sólo cubre el área metropolitana. El lunes 31 de julio, en los noticiarios de Canal 2 -Primero Noticias, El Noticiero con Joaquín López Dóriga- la nota no fue la marcha más grande realizada en los últimos años en el país, sino las reacciones a los bloqueos viales. Lo mismo sucedió en los noticiarios Hechos, de TV Azteca.
Los focos rojos están prendidos en Televisa. Su condición de inobjetable y virtual ministerio de Información se resquebraja. Los índices de rating de sus noticiarios estelares y de sus programas de análisis informativo bajan frente a la competencia de TV Azteca. Por primera vez en la historia del consorcio, El Noticiero de Joaquín López Dóriga quedó por debajo de Hechos de la Noche, de Canal 13, durante julio: registró 16.3 puntos frente a 16.7.
En junio, el noticiario estelar de Televisa registró 19.5 puntos, de acuerdo con la medición mensual del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE). La sustitución temporal de López Dóriga por Alejandro Cacho tampoco ayudó a aumentar el índice de audiencia: registró sólo 12.2 puntos. Otros noticiarios, como el conducido por Adela Micha en Canal 4, registró un fuerte descenso: pasó de 7.2 puntos en junio a 5.3 en julio. Primero Noticias, conducido por Carlos Loret, en Canal 2, subió de 11.7 a 13.6 puntos.
También El Privilegio de Mandar, cuya última emisión provocó una polémica por su parcialidad, bajó en más de 5 puntos, ya que varió de un promedio de más de 20 puntos a sólo 15.6 en junio. Los programas de debate informativo como Zona Abierta y Tercer Grado también han resentido la disminución de ratings. El primero, conducido por Héctor Aguilar Camín, tiene casi el mismo índice que la Guía de Padres: 4.8 en junio y 4.7 en julio. En el caso del segundo, el rating obtenido por los periodistas que conduce Leopoldo Gómez descendió de 6.2 a 6 puntos entre junio y julio.
Prevenciones
Análisis internos enviados a los directivos más importantes de Televisa -Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez, Alfonso de Angoitia y José Bastón-sugieren que la imparcialidad debe ser el principal activo de la empresa y que es necesario sustituir "la política de la construcción de la ignorancia" por otra que le apueste a la inteligencia de los televidentes.
Estos análisis reflejan que Televisa apostó mal al pensar que mediante la parcialidad informativa se lograría la paulatina desmovilización de los simpatizantes de López Obrador; así mismo -sostienen-, se equivocó al creer que la política se basa sólo en el monopolio de las imágenes y que al ocultar las movilizaciones y protestas los "marginados" -el público al cual dirige principalmente su programación- se desmotivarían.
Quienes critican internamente la línea adoptada por Televisa recuerdan que la operación de casi 10 años para recuperar la credibilidad de la empresa frente a los sectores que antes la criticaban por ser incondicional del sistema, ahora parece estar destinada al fracaso ante el alineamiento del consorcio "frente a una elección de Estado".
Por si fuera poco, destacan que la excesiva dependencia de Azcárraga Jean y Bernardo Gómez hacia operadores políticos como Emilio Gamboa Patrón, recién electo coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro, les ha costado cara. Para ilustrar esta afirmación recuerdan las críticas a la Ley Televisa. Según informes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el próximo 20 de agosto podría tomar una decisión respecto al recurso de anticonstitucionalidad de esta ley.
Paradójicamente, la crisis interna de Televisa se produce cuando la empresa ha registrado ingresos históricos por 9 mil 799 millones de pesos en el segundo semestre de 2006; es decir, un crecimiento del 21% en relación con el mismo período de 2005.
Las razones de esta bonanza fueron dos: el gran negocio de los spots electorales (el 81% de la publicidad de los partidos se destinó a la televisión) y la comercialización del Mundial de Futbol. Televisa concentró más de 70% de los 895 millones de pesos que, de acuerdo con el reporte del IFE, gastaron los promotores de Calderón entre el 19 de enero y el 28 de junio de este año.
Entre esos recursos se encuentran los 136 millones de pesos que el Consejo Coordinador Empresarial invirtió en sus polémicos spots que fueron rechazados por el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. También se incluye la publicidad inductiva a favor de Acción Nacional en la que participaron empresas como Jumex (13 millones 143 mil pesos) y Sabritas (16 millones 496 mil pesos).
El artículo 48 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) advierte en su fracción decimotercera que "en ningún caso se permitirá la contratación de propaganda en radio y televisión a favor o en contra de algún partido político o candidato por parte de terceros".
Parcialidad
El IBOPE levantó una encuesta en 28 ciudades entre el 6 y el 7 de julio para medir la percepción de las audiencias en torno al manejo informativo de las televisoras respecto del proceso electoral.
Las opiniones estuvieron divididas: el 39% opinó que TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, tuvo una mejor cobertura electoral, mientras que un porcentaje igual apoyó el enfoque de Televisa. Más del 20% criticó a ambas empresas.
El 38% de los consultados consideró que la televisora del Ajusco fue "más imparcial" que Televisa, ya que presentó diversos puntos de vista, mientras que el mismo porcentaje indicó que la empresa de Azcárraga Jean tuvo un "claro sesgo" a favor de alguno de los candidatos punteros.
TV Azteca superó por cuatro puntos porcentuales a Televisa en cuanto a entrevistas e información oportuna y, según el mismo IBOPE, el conductor Javier Alatorre fue considerado mejor entrevistador, con 42%, que Joaquín López Dóriga, quien sólo obtuvo 33%.
La parcialidad de Televisa quedó exhibida el domingo 9 de julio, una semana después de las elecciones. Durante el último programa de El Privilegio de Mandar, el actor Carlos Espejel, en su imitación de Cantinflas, pronunció una perorata que fue considerada como un claro mensaje de Televisa a López Obrador:
"El pueblo -dijo el actor dirigiéndose al personaje que imitaba a El Peje-, como nunca antes, asistió a las casillas, votó y ahora usted, aunque no le guste, tiene que aceptar el resultado porque así es la democracia, ya son muchos los problemas que tenemos que resolver los mexicanos, como para todavía agregar el desorden y el caos".
Lejos del chiste y en tono admonitorio, el mismo personaje le reclamaba a López Obrador que "presente las pruebas que dice (del fraude electoral) o acepte el resultado".
En su noticiario radiofónico, Carmen Aristegui entrevistó al guionista del programa, Manuel Rodríguez Ajenjo, y al productor, Reinaldo López. Les preguntó si consideraban adecuado tomar partido de esa manera por uno de los bandos que disputan la Presidencia de la República, y los cuestionó en este sentido: si el monólogo de Espejel había sido una decisión de ellos o una postura institucional de Televisa. Ambos se mostraron elusivos. Al final afirmaron que el mensaje fue creado "de manera colectiva". ?
Una de esas personas que observó con preocupación las rechiflas contra Televisa fue Delfín Sánchez Juárez Lazo, esposo en segundas nupcias de Nadine Jean, madre de Emilio Azcárraga Jean. Desde que se inició la campaña electoral, Sánchez Juárez trató de influir para que el consorcio equilibrara su información.
Acompañado por Francisco de Paula, Sánchez Juárez, uno de los cuatro tataranietos de Benito Juárez y amigo de muchos años de Porfirio Muñoz Ledo, transmitió en el interior de la empresa lo que todos observaron en las calles del Centro Histórico: Televisa pierde aceleradamente su carácter neutral y se vuelve parte de la contienda poselectoral.
A pesar de esta advertencia, dos semanas después, el 30 de julio, los espacios con mayor rating de Televisa optaron por invisibilizar la movilización de más de 2 millones de personas. También TV Azteca decidió negarle voz e imagen a los cientos de miles que reclamaron "voto por voto, casilla por casilla". En la movilización proliferaron los carteles en contra de conductores de ambas empresas y miles de pegotes que parafraseaban una campaña de promoción del voto: "Televisa, digan la verdad, ¿tienen el valor o les vale?".
Sólo el programa Punto de Partida, conducido por Denise Maerker, realizó una crónica extensa, pero en la señal de Canal 4, que sólo cubre el área metropolitana. El lunes 31 de julio, en los noticiarios de Canal 2 -Primero Noticias, El Noticiero con Joaquín López Dóriga- la nota no fue la marcha más grande realizada en los últimos años en el país, sino las reacciones a los bloqueos viales. Lo mismo sucedió en los noticiarios Hechos, de TV Azteca.
Los focos rojos están prendidos en Televisa. Su condición de inobjetable y virtual ministerio de Información se resquebraja. Los índices de rating de sus noticiarios estelares y de sus programas de análisis informativo bajan frente a la competencia de TV Azteca. Por primera vez en la historia del consorcio, El Noticiero de Joaquín López Dóriga quedó por debajo de Hechos de la Noche, de Canal 13, durante julio: registró 16.3 puntos frente a 16.7.
En junio, el noticiario estelar de Televisa registró 19.5 puntos, de acuerdo con la medición mensual del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE). La sustitución temporal de López Dóriga por Alejandro Cacho tampoco ayudó a aumentar el índice de audiencia: registró sólo 12.2 puntos. Otros noticiarios, como el conducido por Adela Micha en Canal 4, registró un fuerte descenso: pasó de 7.2 puntos en junio a 5.3 en julio. Primero Noticias, conducido por Carlos Loret, en Canal 2, subió de 11.7 a 13.6 puntos.
También El Privilegio de Mandar, cuya última emisión provocó una polémica por su parcialidad, bajó en más de 5 puntos, ya que varió de un promedio de más de 20 puntos a sólo 15.6 en junio. Los programas de debate informativo como Zona Abierta y Tercer Grado también han resentido la disminución de ratings. El primero, conducido por Héctor Aguilar Camín, tiene casi el mismo índice que la Guía de Padres: 4.8 en junio y 4.7 en julio. En el caso del segundo, el rating obtenido por los periodistas que conduce Leopoldo Gómez descendió de 6.2 a 6 puntos entre junio y julio.
Prevenciones
Análisis internos enviados a los directivos más importantes de Televisa -Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez, Alfonso de Angoitia y José Bastón-sugieren que la imparcialidad debe ser el principal activo de la empresa y que es necesario sustituir "la política de la construcción de la ignorancia" por otra que le apueste a la inteligencia de los televidentes.
Estos análisis reflejan que Televisa apostó mal al pensar que mediante la parcialidad informativa se lograría la paulatina desmovilización de los simpatizantes de López Obrador; así mismo -sostienen-, se equivocó al creer que la política se basa sólo en el monopolio de las imágenes y que al ocultar las movilizaciones y protestas los "marginados" -el público al cual dirige principalmente su programación- se desmotivarían.
Quienes critican internamente la línea adoptada por Televisa recuerdan que la operación de casi 10 años para recuperar la credibilidad de la empresa frente a los sectores que antes la criticaban por ser incondicional del sistema, ahora parece estar destinada al fracaso ante el alineamiento del consorcio "frente a una elección de Estado".
Por si fuera poco, destacan que la excesiva dependencia de Azcárraga Jean y Bernardo Gómez hacia operadores políticos como Emilio Gamboa Patrón, recién electo coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro, les ha costado cara. Para ilustrar esta afirmación recuerdan las críticas a la Ley Televisa. Según informes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el próximo 20 de agosto podría tomar una decisión respecto al recurso de anticonstitucionalidad de esta ley.
Paradójicamente, la crisis interna de Televisa se produce cuando la empresa ha registrado ingresos históricos por 9 mil 799 millones de pesos en el segundo semestre de 2006; es decir, un crecimiento del 21% en relación con el mismo período de 2005.
Las razones de esta bonanza fueron dos: el gran negocio de los spots electorales (el 81% de la publicidad de los partidos se destinó a la televisión) y la comercialización del Mundial de Futbol. Televisa concentró más de 70% de los 895 millones de pesos que, de acuerdo con el reporte del IFE, gastaron los promotores de Calderón entre el 19 de enero y el 28 de junio de este año.
Entre esos recursos se encuentran los 136 millones de pesos que el Consejo Coordinador Empresarial invirtió en sus polémicos spots que fueron rechazados por el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. También se incluye la publicidad inductiva a favor de Acción Nacional en la que participaron empresas como Jumex (13 millones 143 mil pesos) y Sabritas (16 millones 496 mil pesos).
El artículo 48 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) advierte en su fracción decimotercera que "en ningún caso se permitirá la contratación de propaganda en radio y televisión a favor o en contra de algún partido político o candidato por parte de terceros".
Parcialidad
El IBOPE levantó una encuesta en 28 ciudades entre el 6 y el 7 de julio para medir la percepción de las audiencias en torno al manejo informativo de las televisoras respecto del proceso electoral.
Las opiniones estuvieron divididas: el 39% opinó que TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, tuvo una mejor cobertura electoral, mientras que un porcentaje igual apoyó el enfoque de Televisa. Más del 20% criticó a ambas empresas.
El 38% de los consultados consideró que la televisora del Ajusco fue "más imparcial" que Televisa, ya que presentó diversos puntos de vista, mientras que el mismo porcentaje indicó que la empresa de Azcárraga Jean tuvo un "claro sesgo" a favor de alguno de los candidatos punteros.
TV Azteca superó por cuatro puntos porcentuales a Televisa en cuanto a entrevistas e información oportuna y, según el mismo IBOPE, el conductor Javier Alatorre fue considerado mejor entrevistador, con 42%, que Joaquín López Dóriga, quien sólo obtuvo 33%.
La parcialidad de Televisa quedó exhibida el domingo 9 de julio, una semana después de las elecciones. Durante el último programa de El Privilegio de Mandar, el actor Carlos Espejel, en su imitación de Cantinflas, pronunció una perorata que fue considerada como un claro mensaje de Televisa a López Obrador:
"El pueblo -dijo el actor dirigiéndose al personaje que imitaba a El Peje-, como nunca antes, asistió a las casillas, votó y ahora usted, aunque no le guste, tiene que aceptar el resultado porque así es la democracia, ya son muchos los problemas que tenemos que resolver los mexicanos, como para todavía agregar el desorden y el caos".
Lejos del chiste y en tono admonitorio, el mismo personaje le reclamaba a López Obrador que "presente las pruebas que dice (del fraude electoral) o acepte el resultado".
En su noticiario radiofónico, Carmen Aristegui entrevistó al guionista del programa, Manuel Rodríguez Ajenjo, y al productor, Reinaldo López. Les preguntó si consideraban adecuado tomar partido de esa manera por uno de los bandos que disputan la Presidencia de la República, y los cuestionó en este sentido: si el monólogo de Espejel había sido una decisión de ellos o una postura institucional de Televisa. Ambos se mostraron elusivos. Al final afirmaron que el mensaje fue creado "de manera colectiva". ?
1 comentario:
Voy a poner un link a este artículo en mi post de hoy. Gracias por publicarlo; es parte de la sección de paga de Proceso, así que gracias a ti lo leemos de a grapa.
;)
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