Escrito por Conrado Farías Segundo 16-08-2006Felipe Calderón sabe que la Banda Política de México (BPM) que tiene las riendas del poder político y económico, aún no lo favorece abiertamente. López Obrador por su lado, sabe que el mexicano votó por él. La BPM no se decide por Calderón, porque perdió las elecciones por muy amplio margen y eso le quitó su arma más poderosa que hubiera podido usar contra López Obrador, que era la de la movilización de los seguidores de Calderón, para apabullar de una vez por todas al candidato de la Coalición. Uno de los recursos que le quedó fue el de la prostitución de los medios de comunicación y se dieron y se siguen dando vuelo por ese camino lleno de asaltantes micrófono en mano. Hay de todo entre la legión de prostitutos de radio, televisión y letra impresa encargados de lanzar cuchilladas a AMLO y alabanzas al IFE, al TEPJF, y a todo el procedimiento electoral. Hay los Alatorre, López Dóriga, Víctor Trujillo, o Loret de Mola, que saben obedecer a sus patrones y hay los Eduardo Ruiz Healy que de corazón le apuestan a los Pinochetes de Latinoamérica. Y toda un gama que va desde los que defienden al usuario del transporte colectivo, para poner en mal al plantón de Reforma, sin que nunca antes les hayan preocupado las vejaciones que sufren esos usuarios. Desde que Oscar Espinosa Villarreal “compró” sus microbuses fabricados para personas que no midan más de 1.70 mts. Ni ocupen más de 30 centímetros de asiento. Cuando Espinosa Villarreal armó ese negociazo, no hubo una sola voz que lo denunciara. El usuario paga su pasaje y se transporta como en perrera diariamente y el prostituto del micrófono no se siente ofendido en su dignidad como con el plantón de Reforma. Pobrecitos usuarios de microbuses, ahora tienen que caminar para llegar a sus centros de trabajo, por culpa de López Obrador dice lleno de compasión y besando con ternura su micrófono o golpeando con ardor su teclado de la PC. Sin menospreciar ese sacrificio del trabajador, es importante hacer notar el arma que usa la BPM, no tiene nada que ver con una verdadera solidaridad con la molestia que le representa al ciudadano esa medida del candidato que ganó las elecciones. El otro recurso es el torcimiento de la ley. El IFE ha quedado como una institución convertida en guarida de mapaches y el TEPJF está enseñando el cobre por abajito de los billetes verdes que les están pasando por enfrente y que nadie sabe ni nunca se sabrá los manazos que le den a esos manantiales. La única posibilidad de que no sea esa la causa de sus cómicas decisiones y declaraciones, es que ideológicamente tengan ya estructuras mentales que no les permiten el encuentro con la verdad. Pero ellos mismos trabajan bajo órdenes superiores y también han dado signos de desconcierto. Igual que Calderón cuando se veía tan preocupado al término de las votaciones, los magistrados se ven nerviosos. Como que el mensaje aún no les llega con claridad y eso no puede deberse más que a las contradicciones que tiene la BPM en sus discusiones para de una vez romper la piñata. En tiempos del PRI, el fenómeno pasaba más o menos igual, pero era una etapa en la que la consulta la hacía el presidente saliente y su trabajo era casi grato. Ahora ese presidente es sustituido por un conjunto de políticos mexicanos y extranjeros, empresarios mexicanos y extranjeros, clérigos honoríficos y uno que otro intelectual tipo Krauze, que sin formar un club, a base de patadas bajo la mesa, caravanas hasta el empinamiento y ríos de oro, van dándole forma al busto del futuro presidente. Calderón era el bueno para Fox, porque garantiza identidad ideológica y vocación de guardaespaldas. Recordemos que la Sra. Marta tiene un pie en los Pinos y otro en tribunales. Y también para un buen conjunto de la BPM, pero oh desilusión: salió muy tonto para ganar elecciones. Por otro lado, muchos de la BPM no ven a AMLO como un peligro y prefieren un país gobernado por un presidente legítimo. Por esos motivos en estas fechas aún está en el horno el futuro presidente de México. Dicen muchos pesimistas que el trabajo de las multitudes les viene guango a la BPM y que en el momento que se decida, suelta contra ellas sus perros entrenados para golpear, matar y violar y sientan a Calderón en la silla presidencial gústele al que le guste. Otros decimos que la BPM aún no es tan imbécil como los Pinochetes de Latinoamérica y que la lucha pacífica y la demostración por las vías legales del triunfo de AMLO, la va a hacer desistir de cometer un atropello que llevará al mexicano muy cerca del esclavismo con la pérdida de dinero para comprar comida y para estudiar. Llevará al mexicano a convertirse en el esclavo que no disfrutará su propio país. Ya en Veracruz, nos informaba ayer 14 de agosto Israel Rodríguez de La Jornada que: “El gobierno federal y el del estado de Veracruz han iniciado la privatización de amplias zonas frente a las costas del Golfo de México, a través de la constitución de las Administraciones Costeras Integrales Sustentables (ACIS), según residentes y legisladores. Mediante esta figura se concesionaría al sector privado, por un periodo de 20 años, amplias áreas para construir, operar y explotar terminales marinas, obras e instalaciones portuarias, náuticas, pesqueras, turísticas, deportivas, recreativas, acuícolas, comerciales e industriales”. Igual ayer mismo nos daba una lección de periodismo Don Carlos Fernández-Vega en su artículo-denuncia de cómo La Comisión Nacional del Agua da permisos para que empresas acaben con mantos acuíferos. Le copio un párrafo: “El panorama es desolador, no obstante la bonanza del grupo lechero. La investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM dijo a La Jornada que la Comisión Nacional del Agua autorizó la explotación de 250 pozos de la reserva protegida Cuatrociénegas y los valles cercanos, 50 de los cuales comenzaron a funcionar en marzo, y en sólo tres meses abatieron el agua de las pozas en un fenómeno conocido como sifón. Los pozos que se comenzaron a explotar fueron para la empresa Lala, la cual, para producir un litro de leche, utiliza mil litros de agua durante el invierno y 10 mil en verano''. Con esos antecedentes es fácil comprender la bondad del señor Fox y su espíritu patriota cuando dice en Veracruz: ''En democracia, los intereses colectivos siempre deben anteponerse a los intereses personales o de grupo; con estos valores se forja la unidad nacional”. De ahí a entender perfectamente que todo lo que dice está lleno de amor a la verdad y de apego a la ética no hay ni un paso. Lo bueno que la ambición enfermiza de Fox pinta poco en la decisión de la Banda Política de México por la misma razón que ésta no ha dedeado a Calderón: Su capacidad, es indefendible. Se hará justicia. Las buenas conciencias harán respetar la ley. AMLO será presidente de México. Lo malo es que hay mexicanos de buena fe que aún no saben quien es Fox ni lo que les esperaría con Calderón y se alejan de una lucha legítima.
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