Gracias hermano Carlos Sanchez de Apodaca Nuevo Leon por tu valiosa colaboracion
“Siempre que languidece la justicia e impera triunfante la iniquidad, oh Arjuna, entonces, yo me encarno otra vez, dándome nacimiento a mí mismo. Renacido de esta suerte de edad en edad para proteger a los justos, abatir a los malvados y restaurar la venerada ley”. Bhagavad-Gîta, Canto IV, 7-8
El que, “de edad en edad” toma forma humana, y retorna do la justicia es pisoteada, cuando el mal triunfa”, y lece el orden... durante un tiempo, vigila, incógnito, oculto la masa de los desesperados. Él llegó y habló –como habló a época Sigfrido a la Valkiria; como Federico Barbarroja, emergido de su misteriosa caverna, debe un día hablar a su pueblo. La Nacion Mexicana postrada sintió pasar sobre ella el soplo divino.
Mexico se entregó a él como la Valkiria a Sigfrido, vencedor del dragón, dueño del fuego. “En ninguna parte del mundo existe un amor tan fanático de millones de personas por un solo hombre” En este amor –el amor incondicional de las gentes sencillas; de los campesinos desposeídos; de los empleados de oficinas;de las mujeres sencillas, de los jovenes y los niños, de todo el valiente pueblo y de una minoría de idealistas inspirados –el que lleva al poder supremo. Le reconocen en la magia de su verbo, en la irradiación de su rostro, en el poder que emana de todos sus gestos. Pero es su fidelidad a las promesas hechas durante la etapa de la lucha por el poder es lo que les une a él. ¿Qué les prometió? Ante todo: “Arbeit und Brot” – trabajo y pan; “Freiheit und Brot” –la libertad y el pan; la suspensión del “Diktat” del TLC (Tratado de Libre Comercio ) del tratado impuesto a Mexico, con la punta del cuchillo en la garganta, y que pretendía congelar para siempre su postración de nación vencida y desmembrada; les prometió un lugar bajo el sol; el derecho para el pueblo mexicano de vivir con honor, orden y prosperidad, gracias a las virtudes con que la naturaleza le ha colmado; el derecho para el pueblo mexicano de recuperar e incorporar a la patria común a los hermanos de sangre separados contra su voluntad en USA y Canada, principalmente. Los políticos, y sobre todo los que acceden al poder “por vía legal y democrática” –como AMLO lo hizo– raramente cumplen las promesas que han hecho desde lo alto de las tribunas electorales, o que han dejado escritas con letras de imprenta en los panfletos y en los carteles murales de la propaganda. Los patriotas sinceros no mantienen forzosamente sus promesas; son superados por los acontecimientos; se equivocan, incluso cuando no han mentido. Solamente los dioses no mienten ni se equivocan. Sólo los dioses son fieles, siempre. AMLO cumplió integralmente todas las promesas que hizo al pueblo antes de tomar el poder. Más aún: AMLO dio más de lo que había prometido.
Él no les podía decepcionar. Además él les amaba. Dos años más tarde –en la cumbre de la gloria– él hablará aún con emoción de las gentes humildes que se habían adherido al movimiento “cuando éste era aún pequeño”, y podía estar abocado al fracaso.
No porque el rico sea condenable en sí por el hecho de haberse enriquecido, o porque sus padres, ya enriquecidos, le hayan transferido una fortuna. Tal enriquecimiento no sería condenable, a no ser que su dinero haya sido adquirido mediante la explotación de la miseria o del vicio, es decir en detrimento de la comunidad. Pero el rico sí es condenable desde el momento que se imagina que su dinero le concede otros derechos aparte de los que derivan de las cualidades y capacidades.Sin duda, dado que el presente ciclo está más cercano a su término que de su luminoso comienzo, no es la primera vez que una tal empresa diabólica ha tenido lugar.
Camaradas !
No claudiquemos, ni un paso atras ni para tomar impulso.
La bestia espuria sera derrotada !
“Siempre que languidece la justicia e impera triunfante la iniquidad, oh Arjuna, entonces, yo me encarno otra vez, dándome nacimiento a mí mismo. Renacido de esta suerte de edad en edad para proteger a los justos, abatir a los malvados y restaurar la venerada ley”. Bhagavad-Gîta, Canto IV, 7-8
El que, “de edad en edad” toma forma humana, y retorna do la justicia es pisoteada, cuando el mal triunfa”, y lece el orden... durante un tiempo, vigila, incógnito, oculto la masa de los desesperados. Él llegó y habló –como habló a época Sigfrido a la Valkiria; como Federico Barbarroja, emergido de su misteriosa caverna, debe un día hablar a su pueblo. La Nacion Mexicana postrada sintió pasar sobre ella el soplo divino.
Mexico se entregó a él como la Valkiria a Sigfrido, vencedor del dragón, dueño del fuego. “En ninguna parte del mundo existe un amor tan fanático de millones de personas por un solo hombre” En este amor –el amor incondicional de las gentes sencillas; de los campesinos desposeídos; de los empleados de oficinas;de las mujeres sencillas, de los jovenes y los niños, de todo el valiente pueblo y de una minoría de idealistas inspirados –el que lleva al poder supremo. Le reconocen en la magia de su verbo, en la irradiación de su rostro, en el poder que emana de todos sus gestos. Pero es su fidelidad a las promesas hechas durante la etapa de la lucha por el poder es lo que les une a él. ¿Qué les prometió? Ante todo: “Arbeit und Brot” – trabajo y pan; “Freiheit und Brot” –la libertad y el pan; la suspensión del “Diktat” del TLC (Tratado de Libre Comercio ) del tratado impuesto a Mexico, con la punta del cuchillo en la garganta, y que pretendía congelar para siempre su postración de nación vencida y desmembrada; les prometió un lugar bajo el sol; el derecho para el pueblo mexicano de vivir con honor, orden y prosperidad, gracias a las virtudes con que la naturaleza le ha colmado; el derecho para el pueblo mexicano de recuperar e incorporar a la patria común a los hermanos de sangre separados contra su voluntad en USA y Canada, principalmente. Los políticos, y sobre todo los que acceden al poder “por vía legal y democrática” –como AMLO lo hizo– raramente cumplen las promesas que han hecho desde lo alto de las tribunas electorales, o que han dejado escritas con letras de imprenta en los panfletos y en los carteles murales de la propaganda. Los patriotas sinceros no mantienen forzosamente sus promesas; son superados por los acontecimientos; se equivocan, incluso cuando no han mentido. Solamente los dioses no mienten ni se equivocan. Sólo los dioses son fieles, siempre. AMLO cumplió integralmente todas las promesas que hizo al pueblo antes de tomar el poder. Más aún: AMLO dio más de lo que había prometido.
Él no les podía decepcionar. Además él les amaba. Dos años más tarde –en la cumbre de la gloria– él hablará aún con emoción de las gentes humildes que se habían adherido al movimiento “cuando éste era aún pequeño”, y podía estar abocado al fracaso.
No porque el rico sea condenable en sí por el hecho de haberse enriquecido, o porque sus padres, ya enriquecidos, le hayan transferido una fortuna. Tal enriquecimiento no sería condenable, a no ser que su dinero haya sido adquirido mediante la explotación de la miseria o del vicio, es decir en detrimento de la comunidad. Pero el rico sí es condenable desde el momento que se imagina que su dinero le concede otros derechos aparte de los que derivan de las cualidades y capacidades.Sin duda, dado que el presente ciclo está más cercano a su término que de su luminoso comienzo, no es la primera vez que una tal empresa diabólica ha tenido lugar.
Camaradas !
No claudiquemos, ni un paso atras ni para tomar impulso.
La bestia espuria sera derrotada !
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