* La Rdeser exige castigo para sacerdotes acusados de abuso sexual; la ley es para todos, afirma el organismo
México, D.F., 2 de octubre (apro-cimac).- La Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Rdeser) exigió hoy quitar fueros y privilegios especiales a la Iglesia católica para sancionar delitos sexuales cometidos por sacerdotes.
El organismo señaló que la ley es igual para todos y los sacerdotes acusados de abusos sexuales son tan humanos como cualquier individuo, por lo que deben ser castigados sin privilegios.
La Rdeser consideró que la cultura del encubrimiento y la complicidad en México, debe cambiar por la de la denuncia, con el fin de castigar los delitos sexuales con todo el rigor de la ley.
“Resulta inaplazable darle visibilidad y evidenciar que México tiene serios problemas de abuso sexual infantil, trata de personas para fines sexuales, violencia sexual contra las mujeres, y las autoridades deben actuar en consecuencia. Por la salud integral de las nuevas generaciones”, indicó el organismo en un comunicado.
En ese sentido, “hacemos pública nuestra inconformidad ante el sistema social y jurídico que en México desampara a las víctimas de delitos sexuales y encubre a los delincuentes”, agregó.
Los casos más recientes y visibles de pederastia, son los que involucran a empresarios como Kamel Nacif y Jean Sucar Kuri, protegidos “con cinismo” por gobernantes y legisladores, y el caso en el que se ve involucrado el cardenal Norberto Rivera Carrera, señalado de proteger al sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, los cuales dan cuenta de una serie de injusticias e impunidades vergonzosas.
El caso de las niñas abusadas por Jean Sucar Kuri, en Quintana Roo, se ha denunciado desde hace mucho tiempo. Las víctimas han sido amenazadas, se ha puesto en duda su palabra y no han contado con protección jurídica del mismo nivel que los abusadores.
En el colmo de la ironía, los principales representantes de la Iglesia católica y los grupos conservadores se oponen a que la niñez reciba información científica y verídica sobre temas sexuales, que les permita un desarrollo saludable y sea herramienta para poder denunciar las agresiones sexuales que suelen sufrir de parte de algunos sacerdotes, políticos y empresarios.
Si se trata de hablar sobre moral, en esta situación la jerarquía de la Iglesia católica es la menos indicada para erigirse en autoridad en la materia, pues su doble discurso es cada vez más evidente y menos creíble.
El caso de Norberto Rivera resulta muy grave, ya que el cardenal sabía bien que el sacerdote Nicolás Aguilar estaba acusado de pederastia, y el niño abusado denunció desde 1995, pero nunca obtuvo justicia en México. Si se hubiera actuado con responsabilidad, se hubiera impedido la violación de 90 niños.
“Nos parece muy grave que la jerarquía católica, por un lado, se dice preocupada por la educación de la niñez y bajo ese argumento les niega el derecho de conocer la sexualidad con información científicamente probada”, como la que se publica en los libros de Biología de secundaria, reprochó la Rdeser.
“Ante las acusaciones mencionadas, en cualquier país donde se respete el estado de derecho Kamel Nacif estaría bajo medidas precautorias; el legislador acusado, suspendido; los gobernadores desaforados, el cardenal, sin poder ejercer el sacerdocio, y todos ellos investigados y procesados si son culpables”, afirmó.
Aquí en México, el país de la impunidad, sucede lo contrario, pues se hostiga a las y los denunciantes, a las víctimas, precisó.
México, D.F., 2 de octubre (apro-cimac).- La Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Rdeser) exigió hoy quitar fueros y privilegios especiales a la Iglesia católica para sancionar delitos sexuales cometidos por sacerdotes.
El organismo señaló que la ley es igual para todos y los sacerdotes acusados de abusos sexuales son tan humanos como cualquier individuo, por lo que deben ser castigados sin privilegios.
La Rdeser consideró que la cultura del encubrimiento y la complicidad en México, debe cambiar por la de la denuncia, con el fin de castigar los delitos sexuales con todo el rigor de la ley.
“Resulta inaplazable darle visibilidad y evidenciar que México tiene serios problemas de abuso sexual infantil, trata de personas para fines sexuales, violencia sexual contra las mujeres, y las autoridades deben actuar en consecuencia. Por la salud integral de las nuevas generaciones”, indicó el organismo en un comunicado.
En ese sentido, “hacemos pública nuestra inconformidad ante el sistema social y jurídico que en México desampara a las víctimas de delitos sexuales y encubre a los delincuentes”, agregó.
Los casos más recientes y visibles de pederastia, son los que involucran a empresarios como Kamel Nacif y Jean Sucar Kuri, protegidos “con cinismo” por gobernantes y legisladores, y el caso en el que se ve involucrado el cardenal Norberto Rivera Carrera, señalado de proteger al sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, los cuales dan cuenta de una serie de injusticias e impunidades vergonzosas.
El caso de las niñas abusadas por Jean Sucar Kuri, en Quintana Roo, se ha denunciado desde hace mucho tiempo. Las víctimas han sido amenazadas, se ha puesto en duda su palabra y no han contado con protección jurídica del mismo nivel que los abusadores.
En el colmo de la ironía, los principales representantes de la Iglesia católica y los grupos conservadores se oponen a que la niñez reciba información científica y verídica sobre temas sexuales, que les permita un desarrollo saludable y sea herramienta para poder denunciar las agresiones sexuales que suelen sufrir de parte de algunos sacerdotes, políticos y empresarios.
Si se trata de hablar sobre moral, en esta situación la jerarquía de la Iglesia católica es la menos indicada para erigirse en autoridad en la materia, pues su doble discurso es cada vez más evidente y menos creíble.
El caso de Norberto Rivera resulta muy grave, ya que el cardenal sabía bien que el sacerdote Nicolás Aguilar estaba acusado de pederastia, y el niño abusado denunció desde 1995, pero nunca obtuvo justicia en México. Si se hubiera actuado con responsabilidad, se hubiera impedido la violación de 90 niños.
“Nos parece muy grave que la jerarquía católica, por un lado, se dice preocupada por la educación de la niñez y bajo ese argumento les niega el derecho de conocer la sexualidad con información científicamente probada”, como la que se publica en los libros de Biología de secundaria, reprochó la Rdeser.
“Ante las acusaciones mencionadas, en cualquier país donde se respete el estado de derecho Kamel Nacif estaría bajo medidas precautorias; el legislador acusado, suspendido; los gobernadores desaforados, el cardenal, sin poder ejercer el sacerdocio, y todos ellos investigados y procesados si son culpables”, afirmó.
Aquí en México, el país de la impunidad, sucede lo contrario, pues se hostiga a las y los denunciantes, a las víctimas, precisó.
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