jueves, agosto 24, 2006

Una conexión del DC-9 (YNCHE GUERA ME GUSTA MUCHO COMO ESCRIVE)



• La democracia soy yo
El tigrillo y sus fichas...

El razonamiento es la imagen del espíritu mi estimado, según el hombre, así es su locuacidad. A estas alturas del esquizofrénico partido ya no llama la atención que salga, horas después de escupir temeridades, el prozaico presidente (con minúsculas) a corregirse a sí mismo después de la cascada de zapes que causaron sus cínicas afirmaciones al declarar, antes del fallo del tristemente ninguneado Tribunal, victorioso al señor Calderón del controvertido proceso electoral del pasado 2 de julio. Sin detenerse a meditar (not much functioning up there), aunque sea por algunas décimas de segundo, el ranchero de Guanajuato dice y se desdice con una escalofriante facilidad.

Ayer nuevamente, en un enfermizo discurso, manifestó que es un presidente demócrata a lo que el respetable le espeta que miente... una vez más. Un demócrata señor Fox no utiliza facciosamente el Estado para aniquilar a sus enemigos —López Obrador y Gómez Urrutia son un par de divertidos ejemplos—. A un demócrata nunca se le ocurriría atropellar todos los principios para imponer como su sucesor a su ambiciosa esposa. Un demócrata no le solicitaría a un gobernador pisotear la ley estatal para darle flit a un personaje que se ha tornado incómodo. Un demócrata no tendría reuniones a puerta cerrada con el titular de la Suprema Corte para armar delicadas tenebras.

Eso de decir que la democracia y México no van a dar marcha atrás —en una clara señal para preservar a Calderón— es una original negación de evitar distinguir la realidad de lo que ha sucedido, ya no digamos antes, durante y después de los comicios presidenciales, sino sobre demasiados acontecimientos delicados en este, su funesto sexenio.

Y si no le parece suficiente para atajarle la desatada lengua, el subsecretario de Estado, Tom Shannon, afirmó que en tanto el TEPJF no emita su fallo, Estados Unidos reconoce que no hay ganador formal... olvidando (o esperando se olvide) que su residente (con minúsculas también) de la Casa Blanca, felicitó anticipadamente al abanderado azul cometiendo uno de sus múltiples (y ya célebres) rústicos tropezones. Pareciera que nuestros vecinos están ansiosos por mostrar que su patio trasero no es una preocupación en sus agendas aunque las divertidas señales enviadas, como de costumbre, van en sentido contrario. ¿Listo para la puntita... del iceberg? Ahí le va.

La entretenida detención del metrosexual tigrillo Arellano en aguas nacionales y su traslado a territorio estadunidense antes que la autoridad mexicana lograra meter la pata, perdón, la mano, fue meticulosamente planeada sin avisarle al notarial Cabeza de Vaca (quien goza de nula credibilidad y ya no sabía qué decir en su tour radiofónico) por la sencilla razón de poder, digamos, tener un amplio margen de maniobra para uno de esos distintivos interrogatorios.

Es por demás sabido que el hermano de Benjamín —preso en La Palma donde por cierto amable lector, la madrugada del pasado 21 falleció ejecutado, aunque la autoridad del estado de Peña Nieto habló de “suicidio”, Vicente Jiménez Acevo... personaje que ¡no me lo va a creer! contaba con muy amena información sobre (los traviesos) el célebre DC-9 cargado de cocaína— era the decision maker sobre a quiénes habría que darles en la madre y sus conocimientos sobre finanzas y la radiografía de sus adversarios han sido ilustrativas aportaciones... para los estadunidenses.

Quizá por eso rápidamente se deshicieron de dos menores (un hijo y un sobrino) que estaban en el mentado yate enviándolos a México (¿en qué avión?), para que después la PGR notarial se aventara el perverso puntadón de enviarlos (con cariñosos saludos) a jurisdicción capitalina aunque días después, fueron recogidos por un familiar.

El culebrón Arellano tiene a varios personajes (de acá... y acullá) nerviosones por la simpática investigación norteamericana... que ya cuenta con más de una interesante ficha... que puede estar enchufada al Estado mexicano. La incómoda preguntita sería... ¿Por qué sacrificar al Tigrillo que contaba (también) con amplia y conocida protección gubernamental... del otro lado? Piense mal my friend... y acertará

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