La CRE se apura a otorgar permisos de autoabasto de electricidad a empresas privadas
Con la venia gubernamental, diez empresarios mexicanos de primer nivel "determinaron" que el país debe integrarse energéticamente a Estados Unidos y Canadá, aunque constitucionalmente sea una "decisión" que le corresponde al Poder Legislativo.
Es la decena empresarial que integra, por la parte mexicana, el Consejo de Competitividad, creado en el marco de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPEN), y que ha fijado la "primera generación de prioridades de corto plazo", entre las que destaca la "integración" energética "bajo una visión regional".
No es de extrañar que en un gobierno como el de Fox ("de, para y por los empresarios") sean ellos quienes tomen las decisiones que legalmente corresponden a las instituciones del Estado. Tampoco, que muchos de los integrantes de la parte mexicana del mencionado Consejo de Competitividad operen en abierta violación al marco constitucional, porque a ello los ha acostumbrado quien se sentó en Los Pinos casi seis años atrás, el mismo que no ha perdido oportunidad de violar candados y abrir puertas a la inversión privada en un sector reservado al capital gubernamental.
Esa decena -cabezas visibles de los demás barones- opera bajo la lógica del "cambio": si hasta el fondo metimos las manos en el proceso electoral, si, por ejemplo, en Los Pinos despacha un agente de Coca-Cola y en Bucareli un ex presidente de la Coparmex; si la política laboral está hecha a nuestra medida, como la económica y la social, y si las instituciones gubernamentales siguen la ruta por nosotros marcada, entonces ¿por qué no habremos de decidir qué le "conviene" al país en materia energética?
Supuestamente a la cabeza de ellos, por ser el dirigente visible del Consejo Coordinador Empresarial, aparece el por estos días muy nombrado -que no renombrado- José Luis Barraza, uno de los más activos operadores de los barones (que pusieron el dinero para la propaganda azul "con alto contenido social") en el proceso electoral.
Junto a él, también decidieron la "integración" energética -todo indica que con la representación del gobierno mexicano- tres barones (Claudio X. González Laporte, Valentín Diez Morodo y Gastón Azcárraga) que han sido (es, el último de los citados) presidentes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, el más poderoso y efectivo grupo de presión en el país, o lo que es lo mismo, el 40 por ciento del PIB mexicano concentrado en 35 empresarios, a quienes les agrada financiar azules campañas políticas y propagandísticas para evitar "el riesgo de cambiar de rumbo, porque apostarle a algo distinto implicaría retroceso".
Acompañaron en la "decisión", los presidentes del Consejo Nacional Agropecuario -los barones del campo-, Jaime Yesaki, y de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), León Halkin, quien ahora busca ocupar la misma posición, pero en el Consejo Coordinador Empresarial. Sin representación, más que de sus propias empresas, aparecieron los presidentes del Instituto Mexicano de la Competitividad, Roberto Newell; de Tubos de Acero de México, Guillermo Vogel; de Avicar de Occidente, César de Anda, y de Celulosa y Derivados, Tomás González.
Ellos son los que "deciden" -en el marco de la ASPEN y como parte de la "primera generación de prioridades de corto plazo" para el país- qué le conviene a México: integrarse energéticamente a Estados Unidos y Canadá, "bajo una visión regional", es decir la de sus intereses.
¿Y las instituciones del Estado, tan cacareadas por quien debería frenar la vía libre que han seguido, siguen los barones? Sólo en el discurso.
Si de cuchara grande se trata, la Comisión Reguladora de Energía ha estado muy activa en eso de otorgar "permisos" a empresas privadas para el autoabasto, tema éste, por cierto, incluido en la "decisión" de la decena citada, aunque con miras a importarla de Estados Unidos.
Será porque 2006 se les acaba, y junto a él, felizmente, gobierno del "cambio", pero a favor de empresas privadas el CRE firmó 55 "permisos" de autoabastecimiento de energía eléctrica sólo en el primer semestre del año, más dos de cogeneración y uno de importación. Entre las empresas beneficiadas se encuentra el Grupo Posadas, propiedad de uno de los que "deciden" en materia energética en el marco de la ASPEN, es decir, Gastón Azcárraga, actual presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Para él y su negocio, seis permisos para autoabastecimiento, sólo en el presente año. Otra firma beneficiada, muy conocida en el mundo de las campañas azules con tinta negra, es el Grupo Industrial Bimbo, de la siempre pía familia Servitje. Aparecen, también, Cinemex, Teléfonos de México, Cervecería Cuauhtémoc y varias trasnacionales, como Kellog y Samsung. Con este tipo de favores, la CRE queda bien con el poder económico, pero le quita clientes a la Comisión Federal de Electricidad, que tanto clama por recursos.
Las rebanadas del pastel:
Buenas noticias para los gasolineros: por una casualidad de la vida, la página electrónica de la Profeco (la que documenta las irregularidades en las estaciones de servicio en la República) volvió a ser hackeada. ¿Quiénes serán los ordeñadores responsables del ataque?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario