EL NORTE/Staff
Monterrey, México (6 septiembre 2006).- Un golpe con sello del crimen organizado sacudió anoche a Nuevo León cuando Marcelo Garza y Garza, director de la Agencia Estatal de Investigaciones, fue asesinado afuera del Centro Cultural Plaza Fátima, en San Pedro.
Garza, de 36 años y el más alto funcionario nuevoleonés que haya caído víctima de un atentado, fue acribillado por un hombre que se le acercó por la espalda presuntamente al tomar una llamada de celular, disparándole entre dos y cuatro veces, aunque anoche todavía no se precisaba cuántos balazos recibió.
Pese al incremento de la violencia en el Estado y el riesgo de su trabajo, trascendió que el jefe policiaco no acostumbraba traer escoltas y que durante horas de trabajo su único acompañante era el chofer, Jaime Núñez Márquez, quien manejaba su camioneta blindada.
Anoche y como era su costumbre al terminar las labores del día Garza había ya relevado al chofer para acudir acompañado de su esposa, Alejandra Cantú, al centro cultural donde se presentó una exposición de pintura de la Asociación Sin Límites.
Garza estacionó su camioneta Cherokee 2006 por la calle Río Tíber, justo frente a la entrada de la Iglesia de Fátima, y caminó rumbo al centro cultural localizado sobre la Plaza Fátima.
Una versión de los hechos indica que Garza y su esposa llegaron juntos al evento, pero que el funcionario salió a contestar una llamada en su celular, siendo asesinado en ese momento, alrededor de las 20:30 horas.
Otra versión que tiene la Policía es que la esposa del funcionario se habría adelantado al recinto y que, entonces, el sicario se le acercó a Garza y lo ejecutó cuando caminaba por la banqueta de la plaza con dirección a la calle Éufrates.
El cuerpo de Garza quedó tendido boca abajo sobre la acera norte de la calle Río Tíber, a donde minutos después llegaron los cuerpos policiacos.
Según testigos, el homicida traía puesta una gorra y le disparó con una pistola al parecer calibre 5.7 x 28, de acuerdo a los primeros reportes policiacos, para después huir en un vehículo presuntamente Neón color plata.
El calibre del arma poco común, cuyas balas atraviesan blindajes, es igual a la pistola que la Policía Ministerial le aseguró al sicario José Luis Carrizales Coronado, "El Tubi", cuando se le detuvo el 16 de agosto del 2005 con un comando compuesto por ex ministeriales y efectivos y encabezado por el narcotraficante Francisco Carlos "El Capi" Esquivel Maldonado.
A raíz de la detención de ese comando, se dijo que "El Tubi" amenazó con que, aún estando preso, asesinaría a Marcelo Garza y Garza, a Juan Carlos Zumaya Lee, director de despliegue policiaco de la corporación, y al detective Eduardo Vidaurri Esquivel, quien encabezó la captura con el Grupo Antisecuestros.
Garza era director de la AEI desde enero del 2004. De 1996 al 2002 trabajó para la PGR, fungiendo dos años como delegado estatal de esa dependencia en Nuevo León.
Su muerte es la ejecución 36 en lo que va del año, dos por encima de las que se cometieron en todo el año pasado.
Hasta las primeras horas de hoy, se desconocía el móvil del asesinato y la identidad de los atacantes.
Apenas unas horas antes de su muerte, Garza presidió su último acto oficial del día, que consisitió en una rueda de prensa junto al Subprocurador Aldo Fasci, donde informaron sobre la rotación de 22 comandantes de la Policía Ministerial y 61 fiscales.
En esa conferencia, el funcionario dio detalles a los medios sobre el aseguramiento de un arsenal que fue hallado el lunes tirado en cinco maletas en un baldío la Colonia Sierra Nevada, en San Pedro.
En el lugar de la ejecución de anoche se concentraron los principales mandos policiacos y de la Procuraduría de la entidad.
"Yo creo que hay que recordar las características personales del licenciado Garza y Garza", expresó el Procurador Luis Carlos Treviño Berchelmann.
"Nunca utilizó escolta, solamente en diferentes turnos una sola persona, un único chofer, no cambiaba la persona, era el que en ocasiones sólo lo acompañaba en diferentes situaciones de su trabajo, en cuestiones oficiales", dijo.
Cerca de medianoche, el Gobernador Natividad González Parás se reunió con su Gabinete de seguridad en Casa de Gobierno, pero será hasta hoy cuando hable sobre el caso.
La víctima era hijo de Alejandro Garza Delgado, director de la Policía Judicial del Estado de 1968 a 1972, además de fiscal y delegado de la PGR, entre otros cargos. Tenía dos hijas menores de 8 años.
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