martes, octubre 31, 2006

Yo estuve ahí POBRE OAXACA (3)

Javier Palou García

palou2006@hotmail.com

POBRE OAXACA (3)
Javier palou garcía.
Hoy, desde esta tierra que grita la necesidad de un cambio profundo.

“Los hombres no son nada
Los principios lo son todo”
Benito Juárez

Oaxaca es lo inconmensurable, lo divino, y lo sagrado.

Terrible es ver como tu País se está cayendo a pedazos, terrible es ver la situación en que viven miles de Oaxaqueños, además de ser el segundo Estado más pobre del País, tiene a los cinco municipios más pobres de México, comparados ya, con países Africanos, donde la pobreza ha alcanzado su punto más crítico, donde la vida gira sobre la necesidad básica de comer.

La importancia de los acontecimientos que desde el 1ero de mayo de este año se vienen suscitando en Oaxaca, no pueden ser ajenos para ningún mexicano y menos aún para los que nos identificamos con las luchas sociales que buscan la reivindicación de los oprimidos y la caída de los corruptos y los que siempre han sido privilegiados. En estos días la resistencia civil pacífica viene librando valientemente una lucha del pueblo Oaxaqueño en contra del gobierno fascista del Ulises Ruiz Ortiz.

Desde el sexenio de José López Portillo (1976-1982) se viene fraguando un proyecto que amenaza con despojar de sus tierras a los pueblos indígenas de la región de Istmo de Tehuantepec, debido a su ubicación estratégica en la parte más estrecha de la República Mexicana y que por lo tanto, la hace atractiva para la construcción de un corredor comercial que conecte a los Océanos Atlántico y Pacífico. Estos intentos se han recrudecido con la recuperación de la soberanía Panameña sobre el Canal de Panamá, pero además porqué dicho Canal es hoy en día obsoleto, debido a que muchos de los buques comerciales modernos superan en envergadura las dimensiones del Canal, lo cual ha llevado a los grandes capitales a fijar sus ojos en Oaxaca, concretamente en el Istmo de Tehuantepec, como una opción viable para llevar a cabo la construcción de una nueva vía interoceánica, aún cuando ello implique el despojo de tierras de miles campesinos, la destrucción de la Selva de los Chimalapas y la extinción de las culturas étnicas de la región, pues como sabemos, los pueblos indígenas tienen como base de su cultura las tierras que por generaciones y cientos de años les han pertenecido, para los indígenas la tierra no es una simple parcela donde cultivar, para ellos la Tierra es sinónimo de identidad, extensión viva de ellos mismos, es su pasado, su presente y su futuro.

El Presidente Vicente Fox, desde el inicio de su sexenio retomó los proyectos neoliberales de las administraciones priístas, que terminaron por consolidarse en el llamado Plan Puebla Panamá, un supuesto proyecto de desarrollo económico para una de las regiones más pobres de la América Latina: Centroamérica. En realidad, este proyecto es una extensión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Y su objetivo es beneficiar a los grandes capitales norteamericanos y por su puesto, a las élites capitalistas centroamericanas, como es el caso de Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo y curiosamente, propietario de la empresa Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec.

El Plan Puebla Panamá contempla la construcción de un tren de alta velocidad a lo largo del Istmo de Tehuantepec que iría desde Salina Cruz, Oaxaca hasta Coatzacoalcos, Veracruz, conectando así a ambos océanos. A lo largo de este corredor se instalarían además, una serie de parques industriales, conformados principalmente por maquiladoras, que como bien saben en el Norte de México, suelen ser de las fábricas más contaminantes y de las que menos respetan los derechos de la clase trabajadora.

Con estos antecedentes, el lector comprenderá el por qué de la preocupación de los gobiernos Federal y Estatal, de que este movimiento popular no sea controlado, así como el motivo de la represión tanto policial como mediática, que ha venido sufriendo el gremio magisterial y la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, desde el mes de mayo.

Es importante señalar, que estos antecedentes también permiten darnos cuenta de que la lucha del Pueblo de Oaxaca va más allá de un conflicto local y por su puesto, gremial, como el duopolio televisivo nos ha querido hacer creer. En realidad, la lucha oaxaqueña es la lucha de los oprimidos de todo México, ya que cuestiona la legitimidad de las políticas neoliberales que siempre han privilegiado el interés económico de los empresarios, sobre el bienestar de la población.

No es poca cosa, decir que al momento de escribir estas líneas, Oaxaca está trabado en conflicto abierto contra el fascismo -representado en este caso por Ulises Ruiz- y que se cierne sobre todo México ante la eventual llegada al poder presidencial de un Usurpador, de un Presidente Espurio, con lo cual se abre la posibilidad de que nuestra nación caiga nuevamente en una dictadura que termine por echar abajo lo poco que aún queda de la gesta revolucionaria de 1910.


16 Muertos, 37 desaparecidos, 33 detenidos, y miles de torturados son hoy, la herida más profunda que es imposible curar rápidamente, y la gran mayoría de los medios de comunicación nos abruman con millones de mentiras que no dicen ninguna verdad, no tienen límites, y las noches son cada vez más largas, mientras el vacío moral se llena de materialismo y permisividad como valores que imperan, tratando de desintegrar gradualmente a los “jodidos” de este país, encubren y justifican cada una de las conductas indeseables de nuestros gobiernos, convirtiendo la realidad en totalmente falsa y artificial. Estamos viviendo la vida en reversa, y el corazón se derrite, quema por dentro, lastima la inteligencia y terminamos llenos de frustración y de coraje y de rabia y de impotencia. Oaxaca es el preludio de lo que nos espera en México si seguimos igual de pasivos, igual de conformistas, igual de idiotas.


Es cuestión de horas, pero Ulises Ruiz, se va a ir, tarde o temprano, no puede gobernar, esa es la realidad.

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