domingo, 08 de octubre de 2006
María Teresa Jardí
Mientras Calderón se pasea, como es obvio con dinero del erario mexicano, como presidente electo de México claramente al servicio de Washington para afianzar las relaciones del imperio con la derecha en el Cono Sur del Continente.
María Teresa Jardí
Mientras Calderón se pasea, como es obvio con dinero del erario mexicano, como presidente electo de México claramente al servicio de Washington para afianzar las relaciones del imperio con la derecha en el Cono Sur del Continente.
Mientras Felipe Calderón es recibido, incluso por los mandatarios llegados desde partidos que se reivindican de izquierda, también como presidente electo para México por la telecracia y el imperio yanqui, a pesar de conocer todos esos mandatarios, que Calderón es producto de un fraude monumental del IFE avalado por el TRIFE y no el gobernante legítimo elegido por el pueblo de México. En México, en Oaxaca, se juega el futuro de México. Futuro sobre el que se cierne el fantasma de la represión nuevamente. Pero AMLO, el único legítimo Presidente de la República Mexicana, elegido por el voto ciudadano mayoritario, se instala en Tabasco como jefe de campaña del candidato priísta al gobierno de ese Estado.
Cuando cabría esperar que AMLO justamente como el único Presidente legítimo de México estuviera en Oaxaca demostrando que es diferente. O caminando con la marcha. O esperando en el DF la llegada de la marcha.
Cuando AMLO tendría que estar oponiéndose, con uñas y dientes, a la represión, que además hoy aquí involucra a la Armada regresando a la memoria los horrores cometidos por la ESMA, en Argentina, donde Krischner recibió a Calderón acompañado por el regreso de los desaparecidos políticos. Sí, en la Argentina, gobernada por Krischner, se busca, hoy, desaparecer a los desaparecidos, como bien escribiera Claudia Korol, por ejemplo. La red está llena de información al respecto y la prensa argentina y europea también, e incluso se ha dado a conocer el hecho en la vendida mexicana.
"Jorge Julio López está desaparecido. Miles de hombres y mujeres, jóvenes de hoy, jóvenes de ayer -barbas blancas, heridas en la piel-, salimos a las calles a gritar una consigna que parecía sacudirnos cada vez que la repetíamos: "ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables", y como letanía regresaba el ¿ahora?, ¿ahora?, ¿otra vez ahora?, ¿cuántos ahora tantas veces repetidos?, ahora, ¡resulta insoportable! El cuerpo todo reacciona desde su memoria de dolor y de espanto. No es fácil caminar por la Plaza de Mayo, con esa consigna a cuestas. No por haberla cantado tantas veces, duele menos. El poder vuelve a herir, golpea dos veces la herida, desaparece al desaparecido. El poder devuelve el golpe. Se pinta la cara. La casa no está en orden. Los administradores de turno, sienten el mal aliento de un sistema que "reorganizó la Nación", es decir, que reconstruyó el capitalismo una y otra vez, sobre la base de sucesivos genocidios y posteriores impunidades (.) Es una larga lista la de los desaparecidos y asesinados "en democracia", y también es larga la lista de testigos de distintas causas penales contra las fuerzas represivas, que han sido amedrentados, agredidos, amenazados e incluso asesinados. Algunos de los organismos de derechos humanos y de los movimientos de ex piqueteros, devenidos "ahora" funcionarios, se preocupan más que en resolver el dilema político y ético -la emboscada a la democracia- que significa la desaparición de Julio, en deslindar las posibles responsabilidades del gobierno provincial o nacional. Todo parecería ser una gran trampa en la que la víctima no sería el compañero desaparecido, Julio López, sino el gobierno. Las víctimas serían quienes teniendo el poder y la legitimidad para terminar con la impunidad, están más preocupados en hacer propaganda de los derechos humanos que en hacerlos efectivos. En este perverso juego, la víctima vuelve a desaparecer" (.) Argentina es un país atravesado y enfermo por la impunidad. Si hay algo de salud en nuestra sociedad, ésta ha sido generada por la movilización colectiva, por la memoria marchando, por la capacidad de resistir cada una de las maniobras realizadas desde el poder, y desde sus diversas maneras de dividir y de desaparecernos. Si hay algo de salud en nuestra sociedad, es porque una y otra vez aparecemos nuestros sueños, nuestra esperanza de un mundo mejor, nuestro compromiso. Porque no nos reconciliamos con los que nos oprimen y desaparecen, y porque -como dicen los hijos- "adonde vayan los iremos a buscar". Hoy desaparecieron a Julio López, y lo seguimos buscando. En cualquiera de las hipótesis posibles, Julio es la víctima. Y junto a Julio, la sociedad que vuelve a ser atacada por los fantasmas del miedo. ¿Cómo conjurarlos? ¿Cómo avanzar sin perder lo conquistado con nuestra rebeldía? La desaparición de Julio, pone en la superficie de esta vuelta de la historia lo que estaba oculto. Relaciones de poder que integran una trama extensa de complicidades, para la cual la impunidad es necesaria, como sostén de sus políticas centrales que aseguran las máximas ganancias a las trasnacionales y a la burguesía criolla, sobre la base del despojo de nuestros pueblos (.)".
A sumarse a las desapariciones forzadas, "necesarias" para que el imperio siga despojando a nuestros pueblos, fue Calderón a Argentina.
Y mientras aquí AMLO en campaña para que el PRD gane, o no, porque no tendría porqué no volver a cometerse un fraude, el gobierno de Tabasco.
AMLO debe definir ya si quiere ser el Presidente legítimo de México o si lo único que aspira es a ser Presidente dentro de seis años.
Y mientras aquí AMLO en campaña para que el PRD gane, o no, porque no tendría porqué no volver a cometerse un fraude, el gobierno de Tabasco.
AMLO debe definir ya si quiere ser el Presidente legítimo de México o si lo único que aspira es a ser Presidente dentro de seis años.
AMLO debe definir si teme o no al movimiento ciudadano y obrar en consecuencia y sin mentiras.
Si el gobierno federal reprime en Oaxaca, México estará siendo destinado a vivir el horror vivido en la década de los setenta en Argentina.
AMLO debe dejar de hacer campaña y oponerse a la represión con la presencia, en el lugar sobre el que se cierne la amenaza, del único Presidente electo y legítimo de México, incluso porque si no lo hace AMLO está tan acabado como Fox. Cuestión, incluso, de inteligencia.
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