México, D.F., 16 de octubre (apro).- La Presidencia de la República guardó este día silencio en torno a la denuncia que hizo un “joven mexicano” --Guillermo Ramírez Peyro-- ante el juez estadunidense Joseph R. Dierkes, en el sentido de que el presidente Vicente Fox y los hermanos de Marta Sahagún estarían involucrados con el cártel de Juárez.
A pregunta expresa, el portavoz presidencial Rubén Aguilar Valenzuela simplemente se limitó a señalar que Ramírez Peyro “no es ningún joven, es un criminal acusado, un criminal confeso, encarcelado”, e incluso señaló que la Procuraduría General de la República (PGR) ya fijó su posición al respecto, “y no hay nada más que añadir”.
Sin embargo, la postura emitida por el vocero de Los Pinos causó desconcierto al interior de la propia PGR, pues la dependencia ignoraba que ya se hubiese adelantado alguna definición en torno al reportaje “Los hermanos de Marta, involucrados”, del corresponsal de Proceso en Washington, Jesús Esquivel, ya que el mismo subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos se encontraba fuera de la ciudad y tampoco se tenía registro de que el procurador Daniel Cabeza de Vaca hubiese emitido alguna opinión en torno al tema.
Cabe señalar que, de acuerdo con un testigo privilegiado --según reporta el semanario en su edición de estas emana--, la corrupción por narcotráfico alcanzó en los años recientes altos niveles policiacos y gubernamentales, tanto en México como en Estados Unidos. En el caso de nuestro país, llegó al Ejército, la Marina y aun a la casa presidencial:
En un explosivo testimonio rendido bajo juramento, ante una Corte migratoria estadunidense, Guillermo Ramírez Peyro –expolicía de caminos que se pasó a las filas del narco y se convirtió luego en informante infiltrado de las autoridades, involucrado en el caso de las narco-fosas de Ciudad Juárez— asegura que el propio presidente Fox y los hermanos de Marta Sahagún han formado parte de los arreglos para proteger al cártel de Juárez, la organización criminal más poderosa del momento y la que menos golpes y bajas sufrió durante el actual sexenio.
“Soy una bomba caminando...”, así se considera hoy Guillermo Eduardo Ramírez Peyro, un mexicano de 35 años de edad que sirvió al gobierno de Estados Unidos en la lucha antinarcóticos. Y no exagera...
No obstante su condición de indocumentado, Lalo, como le gusta que le llamen, fue reclutado como informante de la Agencia de Inmigración y Aduanas bajo el código secreto SA-913-EP, así como de la Agencia Federal Antidrogas, e infiltrado en la organización criminal de Vicente Carrillo Fuentes, que opera en Ciudad Juárez, Chihuahua, y desde la cual, asegura, atestiguó la corrupción que impera en los más altos niveles de los gobiernos de Estados Unidos y de México, fomentada por narcotráfico
“El cártel (de Juárez) ha tenido acuerdos con gente cercana al presidente (Vicente) Fox”, declaró Ramírez Peyro ante el juez Joseph R. Dierkes, durante el testimonio que rindió bajo juramento el 11 de agosto de 2005 en la Corte Federal de Migración, ubicada en un estado del medio oeste del país.
Su afirmación la hizo en respuesta a una pregunta de su abogada, Jody Goodwin, quien asiste a Lalo en el juicio mediante el cual el gobierno estadunidense intenta conseguir la autorización para deportarlo a México supuestamente por su condición de indocumentado.
De acuerdo con la transcripción de esa diligencia judicial, cuya copia obtuvo Proceso, Lalo afirmó frente al juez que los “altos mandos” del cártel de Juárez le explicaron “los arreglos que tenían e iban a conseguir con militares y funcionarios al nivel más alto del gobierno” de México.
Los señalamientos de Ramírez Peyro fueron ratificados y puntualizados en una entrevista que dio al corresponsal de Proceso, por mediación de su abogada, y que fueron entregadas por escrito, de su puño y letra
A pregunta expresa, el portavoz presidencial Rubén Aguilar Valenzuela simplemente se limitó a señalar que Ramírez Peyro “no es ningún joven, es un criminal acusado, un criminal confeso, encarcelado”, e incluso señaló que la Procuraduría General de la República (PGR) ya fijó su posición al respecto, “y no hay nada más que añadir”.
Sin embargo, la postura emitida por el vocero de Los Pinos causó desconcierto al interior de la propia PGR, pues la dependencia ignoraba que ya se hubiese adelantado alguna definición en torno al reportaje “Los hermanos de Marta, involucrados”, del corresponsal de Proceso en Washington, Jesús Esquivel, ya que el mismo subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos se encontraba fuera de la ciudad y tampoco se tenía registro de que el procurador Daniel Cabeza de Vaca hubiese emitido alguna opinión en torno al tema.
Cabe señalar que, de acuerdo con un testigo privilegiado --según reporta el semanario en su edición de estas emana--, la corrupción por narcotráfico alcanzó en los años recientes altos niveles policiacos y gubernamentales, tanto en México como en Estados Unidos. En el caso de nuestro país, llegó al Ejército, la Marina y aun a la casa presidencial:
En un explosivo testimonio rendido bajo juramento, ante una Corte migratoria estadunidense, Guillermo Ramírez Peyro –expolicía de caminos que se pasó a las filas del narco y se convirtió luego en informante infiltrado de las autoridades, involucrado en el caso de las narco-fosas de Ciudad Juárez— asegura que el propio presidente Fox y los hermanos de Marta Sahagún han formado parte de los arreglos para proteger al cártel de Juárez, la organización criminal más poderosa del momento y la que menos golpes y bajas sufrió durante el actual sexenio.
“Soy una bomba caminando...”, así se considera hoy Guillermo Eduardo Ramírez Peyro, un mexicano de 35 años de edad que sirvió al gobierno de Estados Unidos en la lucha antinarcóticos. Y no exagera...
No obstante su condición de indocumentado, Lalo, como le gusta que le llamen, fue reclutado como informante de la Agencia de Inmigración y Aduanas bajo el código secreto SA-913-EP, así como de la Agencia Federal Antidrogas, e infiltrado en la organización criminal de Vicente Carrillo Fuentes, que opera en Ciudad Juárez, Chihuahua, y desde la cual, asegura, atestiguó la corrupción que impera en los más altos niveles de los gobiernos de Estados Unidos y de México, fomentada por narcotráfico
“El cártel (de Juárez) ha tenido acuerdos con gente cercana al presidente (Vicente) Fox”, declaró Ramírez Peyro ante el juez Joseph R. Dierkes, durante el testimonio que rindió bajo juramento el 11 de agosto de 2005 en la Corte Federal de Migración, ubicada en un estado del medio oeste del país.
Su afirmación la hizo en respuesta a una pregunta de su abogada, Jody Goodwin, quien asiste a Lalo en el juicio mediante el cual el gobierno estadunidense intenta conseguir la autorización para deportarlo a México supuestamente por su condición de indocumentado.
De acuerdo con la transcripción de esa diligencia judicial, cuya copia obtuvo Proceso, Lalo afirmó frente al juez que los “altos mandos” del cártel de Juárez le explicaron “los arreglos que tenían e iban a conseguir con militares y funcionarios al nivel más alto del gobierno” de México.
Los señalamientos de Ramírez Peyro fueron ratificados y puntualizados en una entrevista que dio al corresponsal de Proceso, por mediación de su abogada, y que fueron entregadas por escrito, de su puño y letra
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