miércoles, junio 21, 2006

Goebbels, Calderón y los medios/ Cuitláhuac Arroyo Parra


La propaganda tiene su origen en la religión y su propósito central ha sido, desde siempre, propagar una línea de pensamiento basada en la esencia de su dogma, razón de ser o fundamento de la filosofía que postula.

Se le define como el cúmulo de procedimientos empleados en la propagación de nociones, enseñanzas y puntos de vista para hacer que esos juicios sean tomados por la sociedad como propios y actúe en consecuencia.

En ese contexto, los medios constituyen el vehículo a través del cual se transportan las diversas formas de propaganda; operan como uniformadores de preferencias y anhelos de las personas, las convierten en una suerte de entes controlados a distancia cuya actividad principal es imitar e imitar. Así, a la televisión, la radio, el cine, la Internet y la prensa escrita, debe atribuirse el debilitamiento de la capacidad de asombro en los individuos, pues las formas actuales de la propaganda, están dirigidas a incidir en la parte emotiva del cerebro humano y no en la racional.

El resultado de tales prácticas conduce inequívocamente a controlar la voluntad de los sujetos, a influir en sus emociones para subordinarlos e imponerles conceptos, ideas, pensamientos preelaborados, conductas.

Para dichos fines, la ética no cuenta, menos aun el respeto a la libre elección de las y los ciudadanos y, por tanto, todo se vale: mentir, vulnerar la capacidad de reflexión y análisis de las personas, repetir incesantemente un mensaje que, como lo proponía la fórmula de manipulación de Joseph Goebbels,1 se convierta en una verdad públicamente aceptada; denostar con base a calumnias, etcétera.

Felipe Calderón Hinojosa, candidato del PAN a la Presidencia de la República para el ejercicio 2006-2012, conoce muy bien los alcances de la propaganda política ideada por Goebbels y por ello ha adoptado los once principios básicos de la propaganda2 de aquél maestro del timo y la artimaña:

1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo: Tengo las manos limpias; Individualizar al adversario en un único enemigo: Andrés Manuel López Obrador.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo: La izquierda; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada: el PRD.

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque: La postura de doble cara ante el Fobaproa. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan": El DF está endeudado.

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. López obrador es autoritario, llama "chachalacas" a quienes hablan en su contra.

5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar". López obrador es un peligro para México.

6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad": El cambio es un hecho, Fox lo consumó, Calderón va a continuarlo.

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones: Hugo Chávez apoya a López Obrador, Con López Obrador se establecerá una dictadura comunista, López Obrador está detrás del conflicto de Atenco, etcétera.

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias: Los segundos pisos del anillo periférico construidos por López Obrador, son costosos e inútiles.

9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines: López Obrador judicializará la elección.

10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas: Roberto Madrazo es el líder del narco, es tabasqueño y López Obrador también.

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad: Los mexicanos quieren un gobierno donde se respete la ley y no se permitan expresiones de protesta como la de los ejidatarios de San Salvador Atenco.

Como se ve, todo el sustrato propagandístico de Felipe Calderón se fundamenta en las tesis nazifascistas de Joseph Goebbels, seguramente adoptadas en la Organización del Yunque a la que pertenece y de cuyas acciones ha dado sobrada cuenta el periodista Álvaro legado en sus libros y artículos de la revista Proceso.

Felipe Calderón miente, manipula, confunde y enfrenta. Lo peor del caso es que muchos medios de comunicación importantes son los difusores de las propuestas calderonistas porque en ello, lo vimos ya con las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, les va su expansión monopólica.

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