Era lógico. Cuando de manera tan amable y comedida los señores senadores (en particular ese maestro en el arte del engaño, el panista Federico Döring, a quien podemos recordar por entregar videos a domicilio y si no salen escandalosos son gratis), le solicitaron a Ulises Ruin que, por favorcito, pidiera licencia, el todavía gobernador oaxaqueño dijo que mejor fueran a ver si ya puso la marrana porque su único objetivo en la vida era rescatar la capital oaxaqueña. Yo sí le creo, pero como tiene tanto tiempo fuera de la entidad, capaz que ya se le olvidó dónde está la Vieja Antequera y cuando emprenda el susodicho rescate termine entrando a Tepetongo a tepentonguear.
Pero la cosa es la sensibilidad política de un hombre que ya declaró que los de la APPO no serán perseguidos ni reprimidos como correspondería a su papel de renegados. ¡Qué sentido de la piedad!, cualquiera diría que forma parte de los burócratas del Colegio Oxford que luchan heroicamente contra los pederastas macielistas inoculados en sus entrañas. Él solito va a arreglar el problema oaxaqueño como Fox resolvió el chiapaneco: en 15 minutos.
Por supuesto, esto viene diciendo este Ulises criollo desde que empezó el conflicto hace meses. Aunque, bueno, tampoco es reprochable que le dé largas al asunto cuando quién en su sano juicio tendría ganas de volver a trabajar después de tantas y tan placenteras vacaciones. Incluso los escolapios oaxaqueños deben estar viendo con terror cómo a la sección 22 del SNTE su mejor burra se les echa y el líder sindical, Enrique Rueda, un auténtico working class heroe, negocia mientras lo acusan de traidor. O sea, qué injusticia. No sólo para el alumnado, que se la debe pasar bomba con tanto tiempo libre, sino para personajes como el semianónimo secretario de Educación, Reyes Tamez, quien aunque de dientes para afuera se dice jubiloso, como la Presidencia, por el inicio de clases; tampoco debe estar muy contento que digamos, pues ahora sí va a tener que ir a Oaxaca por algo más que unas tlayudas para cumplir engorrosos trabajos burocráticos.
O sea, déjenlos descansar, a nadie le conviene que esto se solucione. Además, ya tenemos encima el jalogüin y los vendedores de disfraces de horror ya tienen encargada su dotación de disfraces de Ulises Ruin, Flavio Sosa, Abascal, Rueda y la Gordillo.
Si van a cometer un error, mejor déjenlo para diciembre
Pero la cosa es la sensibilidad política de un hombre que ya declaró que los de la APPO no serán perseguidos ni reprimidos como correspondería a su papel de renegados. ¡Qué sentido de la piedad!, cualquiera diría que forma parte de los burócratas del Colegio Oxford que luchan heroicamente contra los pederastas macielistas inoculados en sus entrañas. Él solito va a arreglar el problema oaxaqueño como Fox resolvió el chiapaneco: en 15 minutos.
Por supuesto, esto viene diciendo este Ulises criollo desde que empezó el conflicto hace meses. Aunque, bueno, tampoco es reprochable que le dé largas al asunto cuando quién en su sano juicio tendría ganas de volver a trabajar después de tantas y tan placenteras vacaciones. Incluso los escolapios oaxaqueños deben estar viendo con terror cómo a la sección 22 del SNTE su mejor burra se les echa y el líder sindical, Enrique Rueda, un auténtico working class heroe, negocia mientras lo acusan de traidor. O sea, qué injusticia. No sólo para el alumnado, que se la debe pasar bomba con tanto tiempo libre, sino para personajes como el semianónimo secretario de Educación, Reyes Tamez, quien aunque de dientes para afuera se dice jubiloso, como la Presidencia, por el inicio de clases; tampoco debe estar muy contento que digamos, pues ahora sí va a tener que ir a Oaxaca por algo más que unas tlayudas para cumplir engorrosos trabajos burocráticos.
O sea, déjenlos descansar, a nadie le conviene que esto se solucione. Además, ya tenemos encima el jalogüin y los vendedores de disfraces de horror ya tienen encargada su dotación de disfraces de Ulises Ruin, Flavio Sosa, Abascal, Rueda y la Gordillo.
Si van a cometer un error, mejor déjenlo para diciembre
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