Andrés Manuel López Obrador |
gloria leticia díaz
02/09/2006
* Verbena tras conocerse que el presidente Fox no pudo dar su informe
* López Obrador pidió a sus seguidores no marchar hacia San Lázaro
México, D.F., 1 de septiembre (apro).- Andrés Manuel López Obrador decidió --junto con miles de seguidores reunidos en el Zócalo-- no caer en provocaciones y desistirse de asistir en marcha a las inmediaciones de la Cámara de Diputados, y protestar por el informe presidencial de Vicente Fox.
Después de que Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno electo, rindiera un informe sobre “la ocupación militar y policiaca”, López Obrador sometió a votación directa de sus simpatizantes la decisión de asistir a San Lázaro.
Antes razonó: “No vamos a entrar a ese juego, tenemos que cuidar nuestro movimiento. Por eso les digo a ustedes, que aun estando a cinco calles del Congreso, no vamos a ir, aquí nos vamos a quedar el día de hoy. ¿O creen ustedes que hay que ir allá a hacerles el juego?
“No tiene ningún sentido, que se queden con sus tanquetas, que se queden con sus soldados”, apaciguó López Obrador.
Sin embargo, ya en la noche, la estrategia del tabasqueño se trastocaba en gran algarabía entre sus simpatizantes reunidos en el Zócalo capitalino, que celebraban el anuncio de que Fox no había podido leer ningún mensaje en el Congreso y se limitó a entregarlo por escrito.
Pese a que las pantallas en las que se transmitiría la sesión del Congreso nunca funcionaron, los perredistas siguieron los hechos por radio.
La verbena arrancó justo cuando se enteraron que los legisladores de la coalición habían tomado la tribuna del salón de plenos, e incluso corearon los gritos de “¡voto por voto! ¡casilla por casilla!” que entonaban los diputados y senadores en San Lázaro.
Pero estallaron en júbilo cuando se informó que Fox sólo entregaría su informe por escrito y sin dar ningún mensaje ante los integrantes de la LX Legislatura.
Previamente, en el mitin de la tarde, López Obrador responsabilizó a Fox del amago de represión: “Se equivoca, nosotros no tenemos nada que atender, no tenemos nada que ver, no tenemos nada que dirimir con la policía y con el Ejército, este es un asunto político, no policiaco ni militar”.
El candidato presidencial aprovechó el momento para hacer un reconocimiento al Ejército Mexicano, al que hizo el llamado de no aceptar ser utilizados para reprimir.
“El Ejército no debe ser usado para justificar acciones de fraude electoral, el Ejército no puede ser utilizado para justificar la incapacidad de los gobiernos civiles, muchos menos el Ejército debe ser usado para reprimir al pueblo que lucha por la justicia, por la libertad y por la democracia”, recomendó.
Insistió en que los militares no deben caer “en la tentación de la represión, que no acepten órdenes para reprimir al pueblo. Nosotros, por nuestra parte, garantizamos que siempre vamos a actuar de manera pacífica, que el Ejército no vuelva a ser utilizado como en el 68 y como en otros tristes acontecimientos para reprimir al pueblo”.
López Obrador utilizó buen tiempo de su discurso para dirigirse a los mandos castrenses: “Hago un llamado a los militares para que actúen con rectitud y respeten los derechos del pueblo y que no se vaya a utilizar al Ejército, disfrazado de Policía Federal Preventiva. Si actúa la Policía Federal Preventiva reprimiendo a la gente, la culpa va a ser directamente del Ejército, no van a poder encubrir un operativo de represión con el uniforme de la Policía Federal Preventiva ni utilizando a las guardias presidenciales, al Estado Mayor Presidencial. Estoy hablando con mucha claridad para que se entienda”.
Al garantizar que su movimiento se mantendrá dentro de los cauces pacíficos, López Obrador insistió en llamar a que se respeten los derechos y libertades de los ciudadanos.
Temor a convencionistas
Para López Obrador el temor del gobierno federal y de los panistas, evidenciado por el despliegue militar y policiaco, no estribaba en la amenaza de que simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos protestaran en las calles aledañas al Congreso de la Unión, sino por el resultado de la Convención Nacional Democrática (CND), cuyo objetivo es “organizar el gobierno del pueblo y para el pueblo”.
Por eso apuntó era necesario “cuidar el movimiento”, y no caer en provocaciones, ya que el gobierno federal pretendía que cayeran en “la trampa para justificar la represión y que no lleguemos a lo que verdaderamente les preocupa. ¿Qué es lo que le preocupa? La Convención Nacional Democrática. ¿Por qué les preocupa la Convención Nacional Democrática? Porque ya hemos decidido hacer a un lado a todas esas instituciones caducas, corruptas, que no sirven para nada y que no representan el interés general. ¡Que se vayan al diablo con sus instituciones!”.
López Obrador señaló que para el régimen resulta preocupante que seguidores de la coalición, y buena parte de la población, “ya no estemos dispuestos a aceptar las reglas del juego de siempre, lo que más les preocupa es que ya no les vamos a rendir pleitesía, lo que más les preocupa es que vamos a tener nuestro propio gobierno, de conformidad con el artículo 39 de la Constitución”.
Puntualizó que una vez que lo decida la CND, habrá “dos gobiernos: el gobierno del hampa de la política, de los delincuentes de cuello blanco, y el gobierno surgido de este movimiento popular y ciudadano. Vamos a crear nuestro gobierno, ya no aceptamos la República simulada, vamos a establecer una República representativa y verdaderamente popular”.
Después de su discurso, López Obrador se dirigió al campamento, en que permaneció con sus hijos y cercanos colaboradores, mientras afuera, sus seguidores arrancaban la verbena en pleno Zócalo, deleitándose con el singular canto de la oaxaqueña Lila Downs.
* López Obrador pidió a sus seguidores no marchar hacia San Lázaro
México, D.F., 1 de septiembre (apro).- Andrés Manuel López Obrador decidió --junto con miles de seguidores reunidos en el Zócalo-- no caer en provocaciones y desistirse de asistir en marcha a las inmediaciones de la Cámara de Diputados, y protestar por el informe presidencial de Vicente Fox.
Después de que Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno electo, rindiera un informe sobre “la ocupación militar y policiaca”, López Obrador sometió a votación directa de sus simpatizantes la decisión de asistir a San Lázaro.
Antes razonó: “No vamos a entrar a ese juego, tenemos que cuidar nuestro movimiento. Por eso les digo a ustedes, que aun estando a cinco calles del Congreso, no vamos a ir, aquí nos vamos a quedar el día de hoy. ¿O creen ustedes que hay que ir allá a hacerles el juego?
“No tiene ningún sentido, que se queden con sus tanquetas, que se queden con sus soldados”, apaciguó López Obrador.
Sin embargo, ya en la noche, la estrategia del tabasqueño se trastocaba en gran algarabía entre sus simpatizantes reunidos en el Zócalo capitalino, que celebraban el anuncio de que Fox no había podido leer ningún mensaje en el Congreso y se limitó a entregarlo por escrito.
Pese a que las pantallas en las que se transmitiría la sesión del Congreso nunca funcionaron, los perredistas siguieron los hechos por radio.
La verbena arrancó justo cuando se enteraron que los legisladores de la coalición habían tomado la tribuna del salón de plenos, e incluso corearon los gritos de “¡voto por voto! ¡casilla por casilla!” que entonaban los diputados y senadores en San Lázaro.
Pero estallaron en júbilo cuando se informó que Fox sólo entregaría su informe por escrito y sin dar ningún mensaje ante los integrantes de la LX Legislatura.
Previamente, en el mitin de la tarde, López Obrador responsabilizó a Fox del amago de represión: “Se equivoca, nosotros no tenemos nada que atender, no tenemos nada que ver, no tenemos nada que dirimir con la policía y con el Ejército, este es un asunto político, no policiaco ni militar”.
El candidato presidencial aprovechó el momento para hacer un reconocimiento al Ejército Mexicano, al que hizo el llamado de no aceptar ser utilizados para reprimir.
“El Ejército no debe ser usado para justificar acciones de fraude electoral, el Ejército no puede ser utilizado para justificar la incapacidad de los gobiernos civiles, muchos menos el Ejército debe ser usado para reprimir al pueblo que lucha por la justicia, por la libertad y por la democracia”, recomendó.
Insistió en que los militares no deben caer “en la tentación de la represión, que no acepten órdenes para reprimir al pueblo. Nosotros, por nuestra parte, garantizamos que siempre vamos a actuar de manera pacífica, que el Ejército no vuelva a ser utilizado como en el 68 y como en otros tristes acontecimientos para reprimir al pueblo”.
López Obrador utilizó buen tiempo de su discurso para dirigirse a los mandos castrenses: “Hago un llamado a los militares para que actúen con rectitud y respeten los derechos del pueblo y que no se vaya a utilizar al Ejército, disfrazado de Policía Federal Preventiva. Si actúa la Policía Federal Preventiva reprimiendo a la gente, la culpa va a ser directamente del Ejército, no van a poder encubrir un operativo de represión con el uniforme de la Policía Federal Preventiva ni utilizando a las guardias presidenciales, al Estado Mayor Presidencial. Estoy hablando con mucha claridad para que se entienda”.
Al garantizar que su movimiento se mantendrá dentro de los cauces pacíficos, López Obrador insistió en llamar a que se respeten los derechos y libertades de los ciudadanos.
Temor a convencionistas
Para López Obrador el temor del gobierno federal y de los panistas, evidenciado por el despliegue militar y policiaco, no estribaba en la amenaza de que simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos protestaran en las calles aledañas al Congreso de la Unión, sino por el resultado de la Convención Nacional Democrática (CND), cuyo objetivo es “organizar el gobierno del pueblo y para el pueblo”.
Por eso apuntó era necesario “cuidar el movimiento”, y no caer en provocaciones, ya que el gobierno federal pretendía que cayeran en “la trampa para justificar la represión y que no lleguemos a lo que verdaderamente les preocupa. ¿Qué es lo que le preocupa? La Convención Nacional Democrática. ¿Por qué les preocupa la Convención Nacional Democrática? Porque ya hemos decidido hacer a un lado a todas esas instituciones caducas, corruptas, que no sirven para nada y que no representan el interés general. ¡Que se vayan al diablo con sus instituciones!”.
López Obrador señaló que para el régimen resulta preocupante que seguidores de la coalición, y buena parte de la población, “ya no estemos dispuestos a aceptar las reglas del juego de siempre, lo que más les preocupa es que ya no les vamos a rendir pleitesía, lo que más les preocupa es que vamos a tener nuestro propio gobierno, de conformidad con el artículo 39 de la Constitución”.
Puntualizó que una vez que lo decida la CND, habrá “dos gobiernos: el gobierno del hampa de la política, de los delincuentes de cuello blanco, y el gobierno surgido de este movimiento popular y ciudadano. Vamos a crear nuestro gobierno, ya no aceptamos la República simulada, vamos a establecer una República representativa y verdaderamente popular”.
Después de su discurso, López Obrador se dirigió al campamento, en que permaneció con sus hijos y cercanos colaboradores, mientras afuera, sus seguidores arrancaban la verbena en pleno Zócalo, deleitándose con el singular canto de la oaxaqueña Lila Downs.
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