Hoy me llene de sonidos, de palabras, ideas, escuche la voz de Andres Manuel, el líder, el jefe; también descubrí las voces de mi Patria: las tonadas, los ritmos de hermanos que estàn en la misma lucha por México; compañeros de Yucatán, de Campeche, Oaxaca, Michoacán. Hoy tuve una cena de lujo en mi partido, no por el platillo en si, sino porque en ella estábamos todos, y todos estábamos en ella, yo con mi español común, ellos bilingües, ataviados de sus palabras tan desconocidas pero a la vez tan mías, tan llenas de mi tierra, tanllenas de lucha.
A la riqueza de las palabras le acompaño la de los atuendos, ellas vestidas todas de colores, de pliegues, de vaivenes, de telas suaves y calidas, con sus largos cabellos negros y fuerte olor a hierba; ellos, con el color de la tierra en su piel, la luz del sol en sus ojos, y todos con sus manos marcadas, manos que trabajan, que le dan el calor a la tierra para que ella nos devuelva las semillas transformadas; mi pequeñez citadina quedo evidenciada, ningún aparato, teléfono o computadora podría igualar LO QUE ELLOS SABEN, LO QUE ELLOS SON, no hacia falta tener el edificio iluminado, su sola presencia bastaba para acabar con cualquier penumbra, en especial la penumbra que acompaña a mucha gente de mi Nuevo León querido, con esa gran necesidad de vivir de vaciedad, de cómicos cabellos despintados, pupilentes impuestos, y burdas imitaciones a los vecinos del norte construyendo su gran muralla.
Mari cruz Acevedo Menchaca
20 de Noviembre
Partido del Trabajo
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