viernes, noviembre 24, 2006

Con Felipe Calderón como presidente, los narcotraficantes entrarán a Los Pinos. Veracruz, prioridad de Osiel Cárdenas


Veracruz está bajo el control del cártel del Golfo. El estado dejó de ser sólo una ruta del narcotráfico, para ser ahora el cuartel de los barones de la droga. Sin embargo, los tentáculos de organizaciones como Sinaloa (la más poderosa de México) y de Tijuana se han extendido también al territorio veracruzano.

Este estado está en riesgo de más violencia por el aumento de los Mara Salvatrucha que son reclutados como sicarios del narco. “Veracruz es la tierra fértil que se disputan estas mafias y sin la ayuda, la protección y la información de la policía y el Gobierno, ningún narcotraficante puede hacer nada”, los capos se han establecido y están operando, así planteó el panorama de la República Mexicana y en especial de esta entidad, antes de morir, Jesús Blancornelas, director del Semanario Zeta, editado en Baja California, quien es el periodista que más conoce de las redes del narcotráfico.

Ayer murió Don Jesús Blancornelas, quien venció a los capos del narcotráfico desnudando sus operativos y secretos; sobrevivió al atentado del 27 de noviembre de 1997, cuando le enviaron un grupo de sicarios para asesinarlo. El periodista logró sobrevivir del infierno de balas que acabaron con la vida de su chofer Luis Valero Elizaldi y que lo mantuvo al borde de la muerte por algunos días.

Casi diez años después, “los años extra que vivió”, como él decía. Venció al narco porque nunca lo pudieron asesinar, pero no pudo vencer el cáncer que padecía en el estómago, enfermedad que finalmente terminó con su vida.

Hace algunas semanas, en la última entrevista que concedió a EL MUNICIPALISTA (revista quincenal encartada en MILENIO EL PORTAL), Blancornelas dio nuevas luces del futuro de las mafias en este nuevo sexenio. Advirtió que con la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de México, “el narcotráfico aumentará, junto con la posibilidad de que las bandas organizadas entren a Los Pinos y sobre todo habrá más violencia, en especial de los encargados del narcomenudeo”. Para el experto, el sexenio de Vicente Fox fue la administración en que más se incrementó el narcotráfico y los narcopoquiteros.

El Cártel del Golfo cuenta entre sus principales sicarios con el grupo de Los Zetas, encabezado por 31 ex militares. Esta organización criminal continúa con fuerte presencia en los estados de Veracruz, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, el DF y Tamaulipas.

Mantiene vínculos estrechos con cárteles de droga de Colombia, para hacer llegar toneladas de cocaína a la zona sureste de los Estados Unidos. Tras la caída de los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix, de Tijuana, el Cártel del Golfo es considerado como el segundo más importante en México, sólo después del de Sinaloa.

En un principio, el grupo del Golfo sólo recibía la droga y la transportaba al norte, platicó Jesús Blancornelas. “Vicente Carrillo se había fijado mucho en Jesús Albino Quintero Meraz alias El Beto, de San Luis Río Colorado, Sonora. Éste contrabandeaba cosas como cigarros y lavadoras, Carrillo lo invita, sin embargo, luego se va al grupo de Osiel Cárdenas, en Veracruz asentó su cuartel, donde fue detenido en mayo del 2002 por el Ejército. Esto fue porque los Carrillo Fuentes le pusieron el dedo”.

En su estancia en Veracruz -aseveró el experto- no sólo logró el control del paso de la droga, sino que también el consumo. “Ningún narcotráficante, si no tiene la protección y la información de la policía no puede hacer nada. El Beto tuvo la protección y la información de Seguridad Pública del estado, él pudo hacer todo lo que quería, sin embargo, la gente de Carrillo Fuentes le pasaron el pitazo al Ejército y por eso lo detuvieron”.

“En Veracruz existen varios grupos, aunque desorganizados, que pasan la droga a Osiel Cárdenas, ya no está metido Carrillo Fuentes. Pero si éste insiste puede entrar otra vez, entrar con el apoyo del Chapo, con Los Zetas”.

“Veracruz es prioridad de Osiel Cárdenas. Él se mueve desde el sureste de la República hasta Nuevo Laredo. Tal vez un gobernador no entre directamente a pactar con él, pero sí su secretario de Seguridad o su procurador de Justicia”.

Cada sexenio tiene su cártel, ¿cuál fue en la administración de Vicente Fox?

“Vicente Fox pasó a la historia como el presidente que tuvo más incremento de narcotráfico. En todos los nieles de Gobierno ya hay contactos con estas organizaciones. Es muy posible que en el próximo sexenio, con Felipe Calderón Hinojosa, los narcotraficantes entren a Los Pinos, ya que a la fecha no hay una planeación al respecto, mientras que el narco tiene el campo abierto”.

“El narcotráfico crecerá porque no hay ninguna política pública enfocada a este problema. Si bien se incrementó como nunca en el foxismo, también fue el sexenio que capturó más, aunque con ayuda del Ejército y no de la policía o la Procuraduría General de la República (PGR)”.

Aunque muchas de estas capturas, ¿pueden ser simulaciones o estrategias de los grupos contrarios de la mafia?

“Exacto. Siempre hay pitazos, no siempre para matarse, sino para capturar. Los narcos saben perfectamente que si se las sentenciaron, los policías son tan sucios para decirles que tienen órdenes de matarlos y les piden dinero para no proceder. Así se arreglan. En otras ocasiones los arreglos son de narco a narco, sin utilizar a la policía. Por eso, las capturas no siempre son logros del Gobierno, sino las órdenes de los capos para tumbar a sus rivales”.

“Sinaloa no es un cártel -aclara Blancornelas durante la charla- es una agrupación de sinaloenses que trabajan individualmente, pero no se pelean. Utilizan el control que tiene Carrillo Fuentes sobre Ciudad Juárez y por ahí entran al otro lado. Individualmente Mario Zambada se extendió a Nogales, Yuma, Arizona y Mexicali con la frontera de Calexico, California”.

Las formas de narcoejecuciones han cambiado

“Cada cártel tiene su estilo. Si observamos el mapa de la República, en Baja California, el estilo de los Arellano Félix es ejecutar durante el día, en las calles, no importando si su víctima va a pie o en auto. Lo mismo hacen los de Sinaloa. Osiel Cárdenas es el que ha cambiado decapitando gente, esto lo empezó a hacer en Nuevo Laredo en el 2004, como mensajes. Esto pasó después en Acapulco, donde la policía estaba metida hasta las manitas con el narco. Ahí inicia la oleada de los degollados”.

“Los Arellano también utilizaron otras formas cuando vivía Ramón: disolver en ácido los cuerpos; aquí en Tijuana le llamábamos pozolear. Derretían los cuerpos en unos tambos y luego los regaban en los drenajes sin dejar rastro. Esto lo declararon José Alberto Márquez Esqueda, alias el Bat y el Pato”.

Ante los nuevos sicarios, ¿Veracruz está en riesgo por la Mara Salvatrucha?

“La Mara Salvatrucha funciona en Veracruz, Puebla, San Luis Potosí porque buscan pasar por Nuevo Laredo. Veracruz está en riesgo en función de que aumente su contratación como sicarios, pero son grupos de paso. Algunos Maras que ya están en Estados Unidos son contratados por grupos de México para cometer asesinatos, cumplen su objetivo y regresan al país del norte. No participan en zonas como el Pacífico hasta Los Ángeles y San Francisco”.

Con la llegada de Miguel Ángel Yunes a la Subsecretaría de Seguridad Pública del gobierno federal, ¿cómo cambia el panorama del los capos?

“Evidentemente Yunes Linares es cómplice del narco, porque tiene la información. Llegó a mis manos un documento de la Procuraduría General de la República, pero lo curioso es que no traía ni el sello ni la firma del agente del Ministerio Público, por lo que no me consta que Yunes haya estado involucrado. Sin embargo, al tener conocimiento y no meterse, por temor a que se los tronaran, no ha hecho nada. Pero eso lo hace cómplice”.

¿Cómo se teje la relación narco-gobierno?

“La policía de los tres niveles de Gobierno se involucran. Por ejemplo, en baja California tuvieron que cambiar a todos los agentes de la Agencia Federal de Investigaciones de un golpe”. El periodista insistió que un cártel no puede funcionar sin la información y la protección de las secretarías de Seguridad Pública”.

En este 2006, ¿las ejecuciones han aumentado en el país?

“Sí, en el país pueden rebasar dos mil al año y no sólo del narcotráfico, sino del narcomenudeo, a los que le llamamos también narcopoquiteros. En Tijuana hay 500 ejecuciones al año. Súmele otras 500 en Sinaloa, más 300 en Apatzigán, 300 más a Nuevo Laredo, 200 en Ciudad Juárez, más las que resultan en Acapulco, Quintana Roo, donde están Los Zetas”.

“Los narcopoquiteros es una trampa que les ha puesto el narco al Gobierno. A los cárteles nada les cuesta darles un kilo a la semana o al mes a los poquiteros, éstos no están organizados, se pelean por cualquier cosa y se matan por cualquier pretexto, a diferencia de la mafia grande, que tiene su sello, por ejemplo, cuando matan a los jefes de la policía”.

El narcomenudeo es un delito que se está dando a la luz del día, en cualquier esquina, sobre todo en estos últimos seis años...

“Sí, pero es porque tuvo éxito la trampa de los cárteles. En los últimos ocho meses, Vicente Fox ha invertido millones y millones en el combate al narcomenudeo, por lo tanto la mafia grande ha logrado que ya no se fijen tanto en ellos y así trabajan sin problemas”.

¿Preveé más violencia para el próximo sexenio?

“Naturalmente. Y desgraciadamente porque el narcotráfico atrae a muchos jóvenes. Un muchacho que tiene la oportunidad de conectarse y vender al menudeo, de pronto traerá una camioneta último modelo, su rifle AK-47 cuerno de chivo y con una rubia al lado, vienen las envidias y lo matan. Yo creo que la violencia sí se va a incrementar, en especial con los narcopoquiteros. Si Felipe Calderón quiere disminuir este fenómeno, tendría que pedir la intervención del Ejército”.

Las cabezas actuales de los cárteles

Las cabezas de los cárteles son: del Golfo, Osiel Cárdenas y Los Zetas; Sinaloa, Carrillo Fuentes, el Güero Palma, que aunque está en la penitenciaría desde ahí dirige su grupo; Mario Ismael Zambada García y el Chapo Quintero.

Lo que pasa es que había un pleito muy grande entre el Chapo Quintero y Osiel Cárdenas, con Los Zetas y el grupo de Osiel, que son los Bravo (quienes reclutan a gente del Ejército). Estos grupos se han peleado principalmente la zona de Nuevo Laredo, el Golfo y parte del Pacífico, como Acapulco y Apatzingán, zonas que antes pertenecían a los Arellano Félix. De ahí hay subagrupaciones como los Amezcua.

“Amenazas me han hecho muchas, pero par a mí no tienen validez, ya que los narcotraficantes, cuando van a ejecutar, no avisan, sólo actúan”

“Ningún narcotráficante, si no tiene la protección y la información de la policía, no puede hacer nada”.

Periodista con amplia trayectoria, quien recibió varios premios a nivel nacional e internacional. Sus investigaciones agudas sobre la influencia del narcotráfico en la sociedad lo ha convertido en blanco de atentados contra su persona.

Hasta 250 mil dólares por la cabeza de Blancornelas

El narco le puso un preció a la vida de Jesús Blancornelas: 250 mil dólares por su muerte.

Con información del Semanario Zeta, que dirige Jesús Blancornelas, la siguiente es la historia de cómo se organizó el intento de ejecución el 27 de noviembre de 1997.

Si lo hacía sólo, a El Bat le pagarían ochenta mil dólares por matar a J. Jesús Blancornelas; pero de ser acompañado, se ganaría 250 mil dólares para repartirlo con sus cómplices. La ejecución debía ser en Estados Unidos donde Blancornelas no tiene la protección del Ejercito Mexicano.

No pudieron hacerlo durante varias semanas en las ocasiones que visitó Estados Unidos, porque fue protegido por la policía de San Diego en el trayecto de la frontera al aeropuerto de esa ciudad.

Tampoco en Nueva York o Boston, donde fue escoltado por detectives especiales y la policía estatal de Massachusetts.

Pero la historia de cómo se preparó el atentado a Blancornelas la confesó por vez primera El Bat.

“Nos pusimos de acuerdo en la oficina de la pandilla en la primera entrada del Barrio Logan”, declaró oficialmente José Alberto Márquez Esqueda, más conocido por El Bat.

Allí, en noviembre de 1997, fueron citados por David Corona Barrón El C.H (Caballero Honorable).

Era el jefe de los gatilleros de los Arellano Félix. “Nos invitó a realizar un jale y nos dijo que a él le dieron la orden los hermanos Arellano Félix, al parecer Ramón y Benjamín”.

Aunque él afirmó que no participó, sino que fue El Pato, a su vez éste dice que no lo hizo sino el primero. La clásica “echarse la bolita”. Pero de acuerdo con las investigaciones, ambos participaron en el asesinato de Luis Valero Elizaldi, escolta de J. Jesús Blancornelas. Y fallaron en matar a éste.

Cuando El C.H se disponía a rematarlos acercándose al vehículo donde Valero estaba muerto y Blancornelas herido, una bala perdida le pegó en el ojo desangrándose y luego murió.

De haber logrado caminar por lo menos unos cinco o seis pasos más, hubiera matado a Blancornelas.

El Bat recordó: “Entonces se nos habló que nos pagarían una cantidad de dinero y es el caso que nos dijo David que se trataba el “jale” de matar a un periodista del periódico Zeta, de Tijuana, nombrado Blancornelas”.

En su declaración oficial a la Procuraduría General de la República luego de ser capturado, El Bat dijo que “para esto nos pusimos de acuerdo cada quien en nuestra participación, las armas, los vehículos que utilizaríamos, el lugar y la hora para matarlo”.

“Lo iban a atorar saliendo de su casa cerca del fraccionamiento Las Palmas. Fui por el vehículo que era robado y que me entregaría El Piwi para hacer el jale, siendo un carro Maxima de modelo al parecer 1987 color oscuro”.

El 27 de noviembre de 1997 por la mañana, recuerda El Bat: “Asimismo, nos acompañarían para esto dos camionetas, una marca Explorer o Pathfinder de color verde y la otra no recuerdo la marca, pero era de color oscuro de los modelos recientes, las cuales también eran robadas”.

El Bat explicó a la policía: “Es el caso que nos pusimos de acuerdo. Mi participación sería esperarlos para abrirles el portón cuando hubieran disparado y matado a Blancornelas. Los que fueron a dispararle todos iban armados con cuernos de chivo, menos El C.H, quien llevaba una escopeta calibre 38 súper. Además, también fue El Wolf, de Oceanside y es el que alardeaba que había matado a David en esa ocasión. El Big John de Oceanside también portaba un cuerno de chivo, igual que El Piwi y también dos personas de aspecto sinaloense a quien nos dirigimos con las claves tipo policiaco que tenía M1 y M11”.

Según El Bat no participó y sólo estuvo esperando a los matones para esconderlos pero no especificó dónde.

“Mis compañeros llegaron a la oficina en el paso de una hora desde el momento en el que se habían ido. En ese atentado murió el escolta del periodista, pero este último no murió, solamente resultó herido. Asimismo, dejaron abandonado en el lugar a David, herido en el rostro, quien se desangró, aclarando que David me estuvo regañando antes de que se fueran porque no quise tomar el arma y acompañarlo. Y como David era el que me ayudaba más decidí alejarme de la organización y en ese momento Marco Antonio Quiñonez El Pato tomó el mando, ya que era el cuñado de David y mantenía línea directa con los hermanos Arellano Félix al igual que Ernesto Angúlo Hernández El Quemado, quien iba y venía de Guadalajara”.

El narco no lo pudo matar

El periodista Jesús Blancornelas falleció víctima de cáncer de estómago la madrugada de este jueves en el hospital Del Prado de la ciudad de Tijuana, Baja California.

Al cuarto día de permanecer internado en una sala de cuidados intensivos, el director fundador del Semanario Zeta falleció. De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por el rotativo se informó que Blancornelas murió a las 03:30 de la madrugada en el hospital “donde fue tratado de una dolencia crónica que le afectó los últimos meses”.

Custodiado siempre por diez soldados del Ejército Mexicano, luego del atentado de 1997 por sicarios del narco, Jesús Blancornelas “vivió casi diez años extras”, tal como él solía decir, y no los que le habían sentenciado las cabezas de las mafias.

Los proyectos

Previo a la entrevista, Don Jesús me comentó que pronto realizaría una investigación de las redes del narcotráfico en el sureste del país, por lo que pensaba recorrer también Veracruz, pero el cáncer lo alcanzó.

“Pronto terminaré esa investigación, y si quiere puede preguntarme los datos, casi ya no viajo, evito salir porque es muy riesgoso”, platicó el periodista, con su voz ronca y pausada, siempre amable y dispuesto a contestar a todas las preguntas y compartirnos sus investigaciones a otros periodistas.

No hay comentarios.: