Como se tasan de manera diferente la vidas, este es la derecha, esto es lo que ellos quieren.....
Bien por Tulio excelente ....... leamoslo
Lo que es la vida. Mientras más de mil personas acudieron antier al sepelio del finado cacique Cirilo Vázquez Lagunes y su hija, la alcaldesa de Acayucan encabezaba las consignas solicitándole al Gobierno justicia por el homicidio del ganadero, en Xalapa el cuerpo de seguridad de Palacio legislativo prácticamente secuestró a los familiares del pequeño de cuatro años que fuera muerto la semana pasada en Coatepec por un par de juniors que, en estado de ebriedad y supuestamente drogados, lo atropellaron junto con su madre a unos cuantos metros de su casa cuando salía del kinder.
Es comprensible el dolor de los familiares y seguidores de Vázquez Lagunes pues cualquier pérdida humana es absolutamente lamentable; lo que no se entiende es por ejemplo la actitud de los políticos que tasan de distinta manera el valor de la vida de un personaje tan cuestionado, de oscura fama pública y complejo que la de un niño absolutamente indefenso e inocente.
Por ejemplo, en este caso del pequeño, vale la pena preguntarse por qué el PAN no convocó a rueda de prensa ni emitió un comunicado como lo hizo el 21 de noviembre exigiendo seguridad y justicia luego de saberse del homicidio de Cirilo. El CDE del partido blanquiazul se queja de “las condiciones de vulnerabilidad a la que los ciudadanos estamos expuestos” y demanda al Gobierno del Estado “replantear y ajustar el aparato de seguridad encargado de proteger a los ciudadanos de Veracruz”.
Y aunque la diatriba panista va en el sentido del quíntuple homicidio por la desaparición de un militante distinguido y políticamente rentable para ese partido, ¿acaso no valdría igual que se pronunciara en el mismo tono de exigencia de justicia por otros casos menos relevantes para sus intereses políticos pero aún más sensibles socialmente como es el caso del pequeño atropellado o el del periodista porteño Roberto Marcos García ejecutado recientemente, por citar algunos cuántos?
Por el lado de lo que ayer sucedió en la Legislatura durante la comparecencia del procurador Emeterio López Márquez y para evitar que se “molestara” al funcionario, personal de seguridad secuestró y encerró en el cuarto de servicio a la entrada de Palacio legislativo a los dolidos familiares y para evitar que se presentaran en plena comparecencia a pedir justicia, no hay palabras para calificar esta acción.
Al margen de que al parecer los juniors son parientes cercanos de un alto funcionario por lo cual fueron liberados por un juez después del homicidio imprudencial, está claro que para algunos de nuestros políticos tiene mayor relevancia que descanse en paz el Cacique del Sur junto con su amado perro, que se aplique la ley como en el caso del pequeñín coatepecano, tarea pendiente porque ahí se constata la asimetría y desigualdad de aplicación de justicia que aún prevalece en Veracruz.
Bien por Tulio excelente ....... leamoslo
Lo que es la vida. Mientras más de mil personas acudieron antier al sepelio del finado cacique Cirilo Vázquez Lagunes y su hija, la alcaldesa de Acayucan encabezaba las consignas solicitándole al Gobierno justicia por el homicidio del ganadero, en Xalapa el cuerpo de seguridad de Palacio legislativo prácticamente secuestró a los familiares del pequeño de cuatro años que fuera muerto la semana pasada en Coatepec por un par de juniors que, en estado de ebriedad y supuestamente drogados, lo atropellaron junto con su madre a unos cuantos metros de su casa cuando salía del kinder.
Es comprensible el dolor de los familiares y seguidores de Vázquez Lagunes pues cualquier pérdida humana es absolutamente lamentable; lo que no se entiende es por ejemplo la actitud de los políticos que tasan de distinta manera el valor de la vida de un personaje tan cuestionado, de oscura fama pública y complejo que la de un niño absolutamente indefenso e inocente.
Por ejemplo, en este caso del pequeño, vale la pena preguntarse por qué el PAN no convocó a rueda de prensa ni emitió un comunicado como lo hizo el 21 de noviembre exigiendo seguridad y justicia luego de saberse del homicidio de Cirilo. El CDE del partido blanquiazul se queja de “las condiciones de vulnerabilidad a la que los ciudadanos estamos expuestos” y demanda al Gobierno del Estado “replantear y ajustar el aparato de seguridad encargado de proteger a los ciudadanos de Veracruz”.
Y aunque la diatriba panista va en el sentido del quíntuple homicidio por la desaparición de un militante distinguido y políticamente rentable para ese partido, ¿acaso no valdría igual que se pronunciara en el mismo tono de exigencia de justicia por otros casos menos relevantes para sus intereses políticos pero aún más sensibles socialmente como es el caso del pequeño atropellado o el del periodista porteño Roberto Marcos García ejecutado recientemente, por citar algunos cuántos?
Por el lado de lo que ayer sucedió en la Legislatura durante la comparecencia del procurador Emeterio López Márquez y para evitar que se “molestara” al funcionario, personal de seguridad secuestró y encerró en el cuarto de servicio a la entrada de Palacio legislativo a los dolidos familiares y para evitar que se presentaran en plena comparecencia a pedir justicia, no hay palabras para calificar esta acción.
Al margen de que al parecer los juniors son parientes cercanos de un alto funcionario por lo cual fueron liberados por un juez después del homicidio imprudencial, está claro que para algunos de nuestros políticos tiene mayor relevancia que descanse en paz el Cacique del Sur junto con su amado perro, que se aplique la ley como en el caso del pequeñín coatepecano, tarea pendiente porque ahí se constata la asimetría y desigualdad de aplicación de justicia que aún prevalece en Veracruz.
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