UNA PEQUEÑA INTRODUCCION A LA NUEVA CULTURA LABORAL Y SINDICAL, QUE SELLO, QUE FIDELIDAD.....
Pese a la incertidumbre derivada por el proceso electoral del 2 de julio, que mantiene en suspenso los resultados, el panista Felipe Calderón inició reuniones con el corporativismo sindical que en el año 2000 se alineó con Vicente Fox y con los líderes sindicales cobijados por el secretario del Trabajo, Francisco Salazar Sáenz.
El miércoles 18 de julio se reunió con el secretario general del sindicato ferrocarrilero y presidente del Congreso del Trabajo (CT), Víctor Flores; el controvertido dirigente minero Elías Morales, y la Alianza Sindical Mexicana (ASM), la recién creada central obrera formada por expriistas vestidos de azul, quienes le manifestaron abiertamente su apoyo.
"Estamos con usted, nuestro futuro presidente", dijo Flores a Calderón, en el marco del 134 aniversario luctuoso de Benito Juárez. Hace seis años, en la celebración del Día del Trabajo, Flores hizo algo similar, cuando llamó "jefe" al presidente Vicente Fox.
Esta vez, la naciente relación quedó plasmada en una fotografía que se publicó el miércoles 19 en varios periódicos de circulación nacional: Calderón y Flores se saludan y abrazan, mientras Elías Morales atestigua el hecho.
Antes del evento con Víctor Flores, Calderón se había reunido con la Alianza Sindical Mexicana (ASM) en el Club de Periodistas. Al encuentro con el líder ferrocarrilero no asistieron los titulares de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Joaquín Gamboa; el de los petroleros, Carlos Romero Deschamps, ni el de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, quienes prefirieron esperar el pronunciamiento del Tribunal Electoral sobre los resultados de la elección del 2 de julio.
El presidente de la ASM, el expriista Ricardo Espinoza López, aprovechó el encuentro para ponerse a las órdenes del panista.
La historial de esta organización es incipiente, pues fue creada el pasado 26 de abril, cuando el gobierno de Vicente Fox comenzaba a confrontarse con el Frente Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical (FNUAS) y con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), que defienden su autonomía sindical y apoyan al defenestrado líder Napoleón Gómez Urrutia.
La ASM está integrada con disidentes del CT, de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), así como de la CTM. El mismo titular del Ejecutivo federal tomó protesta a Ricardo Espinoza López como presidente, y a Roberto Ruiz Ángeles, Juan Alberto Escamilla Garza y Juan Alberto Zapata Garza como vicepresidentes del novel organismo el pasado 26 de abril.
Para el investigador y coordinador del Instituto de Estudios del Trabajo (IET), Enrique de la Garza, esta nueva central obrera pintada de azul es "una maniobra mal diseñada" de corporativismo panista.
Durante la toma de protesta a los dirigentes de la ASM, el titular de Trabajo, Francisco Salazar, invitó a la alianza a "profundizar el diálogo sobre las reformas laborales". Porque "el sindicalismo es uno de los pilares fundamentales de la democracia que estamos construyendo". El 30 de mayo, la STPS tomó nota oficialmente a la ASM.
Sin futuro
A principios del sexenio, cuando se desempeñaba como secretario del Trabajo, Carlos Abascal fue tentado por la idea de formar una central obrera favorable al panismo, a partir de organizaciones sindicales que defienden los intereses de las empresas, cuentan con registro e incluso realizan elecciones.
Sin embargo, el proyecto no funcionó "y tampoco se insistió demasiado porque (las autoridades) pensaron en reutilizar las palancas corporativas", en lugar de desmontarlas, comenta De la Garza.
En un entorno laboral enrarecido y conflictivo como el que prevalece en México, la creación de la ASM "es una novedad que divide al sindicato corporativo". Aunque dicha alianza aglutina sólo a 70 mil trabajadores y no a 1 millón 200 mil como asegura la STPS, la mitad de ellos "tienen contratos de protección y ni se enteran que están en una nueva central", dice el investigador.
Y agrega: "Esta renovación de la alianza sindical resultó endeble. Al cuarto para las 12 a algún genio de la Secretaría del Trabajo se le ocurrió formar su propia asociación sindical. Se llevaron la resaca, desechos de sindicatos, sin mucha importancia, así como una parte de la CROC que por pleitos entre la dirigencia decide acogerse a la protección de las autoridades laborales".
Según su análisis, sería ilógico que organismos como la CTM o el CT se afiliaran a la nueva ASM para fortalecerla; en realidad se conforma de sindicatos muy secundarios, medianos. Es un sector tipo El Yunque el más interesado en esa asociación, para fortalecerla, crearla como una alternativa a otros sindicatos". Para él la ASM "no tiene futuro".
"Hay mucha desesperación" en el gobierno, pues ven rota la relación corporativa lograda años atrás, "que los hace desconfiar de todos los tipos de sindicato; no se diga de los independientes, sino también de los corporativos, explica De la Garza.
De acuerdo con la Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo, el presidente de la ASM también es secretario general de la Confederación Auténtica de Trabajadores de la República Mexicana y de dos sindicatos más: el Progresista Cinco de Marzo de Trabajadores y Empleados de la Industria del Transporte en General de la República Mexicana y de la Federación Auténtica de Trabajadores del Estado de Veracruz.
Raigambre priista
Por su parte, Roberto Ruiz Ángeles, exdiputado federal priista, se desempeña como vicepresidente de la alianza. En 2002, encabezó al grupo que presentó a la Cámara de Diputados la Ley Abascal, iniciativa criticada por legisladores del sector obrero, líderes sindicales y especialistas en derecho laboral, en virtud de que, aseguran, preserva el corporativismo, privilegia a los empresarios y escamotea derechos a la clase trabajadora, entre éstos el relativo al cambio de titularidad contractual (Proceso 1465).
Tres años después, el 19 de junio de 2005, Ruiz Ángeles creó la Confederación Sindical Mexicana (CSM) que formó en oposición a la CROC, donde fue secretario de Desarrollo Agropecuario y que pretendió liderar, sin éxito, ante la enfermedad de Alberto Juárez Blancas, el polémico dirigente que estuvo al frente de esta confederación por más de tres décadas y falleció en octubre del año pasado.
Al más puro estilo priista, con música guapachosa de fondo, en medio de decenas de trabajadores, Ruiz Ángeles se alineó ese día con el exgobernador mexiquense Arturo Montiel, quien a la sazón pretendía ser candidato a la Presidencia de la República. La ceremonia fue encabezada por el secretario general de la CTM del Estado de México, Armando Neyra Chávez, así como por el secretario de Acción Política de la central obrera, Carlos Aceves del Olmo, y el delegado federal del Trabajo en la entidad mexiquense, Armando Aguilar Víquez.
En la CROC, Ruiz Ángeles es conocido como un hombre que tenía mucho dinero, ostentoso y de mal carácter. Le apodaban El Figurín porque usaba lentes oscuros, vestía ropa costosa y sacos de colores llamativos; además, viajaba en lujosas camionetas del año.
Otro vicepresidente de la alianza es Juan Alberto Escamilla Garza, secretario general de la Confederación de Agrupaciones Sindicales Mexicanas, cuya sede se ubica en Nuevo León, Monterrey, la entidad de los sindicatos blancos. Además, encabeza el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Elaboración y Distribución de Bebidas, Similares y Conexas de la República Mexicana; la Asociación Nacional de Empleados y Trabajadores en Instituciones Educativas, Culturales y Recreativas en General, Similares y Conexos, y la Federación de Sindicatos Libres.
Juan Manuel Zapata Garza es el tercer vicepresidente de la ASM, así como secretario general de la Confederación Nacional de Sindicatos Independientes
1 comentario:
Sobre la farsa de Calderón con el sindicato de electricistas:
http://senderodefecal.blogspot.com/2006/07/nos-envian-este-correo-con-datos.html
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