lunes, julio 24, 2006

COLUMNA ACTORES Y ESCENARIOS


Es la columna que mañana martes se publicará en el a.m. de Querétaro y en www.aye.com.mx de la cual ya había mandado una pequeña partecita por la mañana; ahora va completa.

El otro Fox

Toda una “joya” se encuentra inmersa en el Diario de los Debates de la LIV Legislatura Federal de fecha diez de septiembre de 1988, que ya ha sido citado por diversos medios de comunicación nacionales.

Sobre todo porque entre sus páginas se encuentra el que tal vez sea el discurso más importante de Vicente Fox Quezada quien siendo diputado federal por Guanajuato, atrabancado, barbudo y botudo (tal y como lo conocimos en el pasado) narra desde la máxima Tribuna una hipotética velada familiar en el hogar de Carlos Salinas de Gortari cuya elección sería validada esa madrugada por el Colegio Electoral integrado por los propios legisladores recién electos.

Antes de pedir la palabra al priísta Miguel Montes García, presidente de la Mesa Directiva, Fox que viste botas negras, pantalón de mezclilla, chamarra negra y camisa azul cielo, hace cilindros con un par de boletas electorales (prueba irrefutable de la opacidad de las elecciones del seis de julio de ese año) y se las acomoda a los costados de su rostro como si éstas fueran dos orejas, las orejas de CSG.

Años más tarde circularía el rumor de que esa noche Salinas fue testigo de lo que sucedía en San Lázaro a través del circuito cerrado de televisión de la Cámara de Diputados.

- Yo quisiera –dijo pausado pero con voz firme a las dos o tres de la mañana cuando por fin le tocó subir a la tribuna- invitarlos conmigo a la residencia de este señor a verlo sentado en su sala, sentado con su señora y con sus hijos y él les está diciendo:

“Hoy antes de las doce seré nombrado presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Este es un gran honor y representa la más alta responsabilidad a la que puede aspirar un mexicano; ser el guía moral de 80 millones de ciudadanos, ser el coordinador y promotor del esfuerzo de todos esos mexicanos, ser el motivo de unión y solidaridad de todos los habitantes de esta patria para mantenerle soberna, libre e independiente.

“Quiero aprovechar estos momentos en la intimidad de nuestro hogar para comentarles cómo me siento. Me encuentro incómodo, me siento triste por un lado y siento miedo por otro, miedo de no poder cumplir con está altísima responsabilidad; sí hijos, me siento triste porque me he visto obligado a pedir a muchos de mis amigos que aún por encima de sus principios morales me ayudaran a lograr este triunfo y lo tuve que hacer porque pienso que México no está preparado para la democracia, que necesitamos continuidad en el mando y que tengo que responder al compromiso que mi amigo Miguel me ha trasferido para seguir llevando este pueblo mal educado y desnutrido, empobrecido a mejores estadios de desarrollo.

“Que tengo que cuidar que por la vía democrática no llegue al poder ni la amenaza desbordante de la desordenada y anárquica izquierda…”.

Aquí lo interrumpe el fastidiado presidente de la Mesa Directiva:

- Con todo respeto se ruega al orador aclare los hechos que solicitó el uso de la palabra en su intervención.

Fox se justifica: Me estoy refiriendo a los hechos…

Y continúa narrando la siempre hipotética velada de quien había ganado las elecciones presidenciales a Cuauhtémoc Cárdenas y a Manuel J. Clouhtier:

“Ni tampoco, hijos, que participe el poder la reacción; pero mucho menos, hijos, podemos entregar el país a nuestros enemigos, quienes de llegar al poder impedirían que todos mis amigos priístas quienes viven holgadamente de sus posiciones políticas puedan continuar sacando a México del barranco.

“Por otro lado les decía, hijos, que siento miedo de no poder cumplir con México; miedo porque la verdad es que la gente no votó por mí sino mis amigos tuvieron que llenar las urnas; miedo porque acabo de ver que Miguel (de la Madrid) para poder informar al pueblo tuvo que instalar el primero de septiembre un dispositivo de seguridad que abarcó más de ocho cuadras a la redonda de Palacio Legislativo; miedo porque la situación extraordinariamente crítica…”.

Aquí Vicente Fox es interrumpido por los priístas que comienzan a gritarle “payaso”, “que se baje” y a recibir mentadas de madre al por mayor. A cambio, de la minoría panista y frentista (del Frente Democrático Nacional que candidateó a Cárdenas) recibe porras y aplausos.
La tensión del intercambio de recordatorios de las progenitoras de los diputados es cortada de tajo nuevamente por el presidente de la mesa directiva que le ruega a la asamblea que guarde atención (sic) “pero ruego también atentamente al orador que el uso de la tribuna, para hechos, no sea un pretexto para hablar en contra del dictamen sino estrictamente para lo que señala el artículo reglamentario.

Vicente Fox: ¿Quién juzga eso señor presidente?

- La presidencia señor diputado que es quien conduce la asamblea –responde enojado y hastiado Miguel Montes.

Fox no le hace caso al priísta y sigue hablando de corrido no como ahora que tiene que dividir en sílabas las pa-la-bras:

“Miedo por que la situación extraordinariamente crítica de la economía pone en entredicho el futuro y la viabilidad de esta nación; miedo porque el pueblo no tiene qué comer y qué vestir ni tiene cómo satisfacer sus más mínimas necesidades; miedo porque no puedo evitar cargar a mis espaldas la pesada y nefasta carga que se llama Partido Revolucionario institucional” (más gritos y recordatorios familiares para el de Guanajuato).

“En fin, estos momentos de reflexión, antes de enfrentar el triste destino que me espera quiero recomendarles a ustedes que vivan una vida con verdad, que sean congruentes consigo mismos, que rijan sus vidas bajo principios sólidos, metas claras y honestidad en todas sus acciones.
“Cómo quisiera que el Colegio electoral pudiera no sólo abrir los paquetes electorales…

Al escuchar esta petición, de que se abran los paquetes electorales el presidente de la mesa directiva y todos los priístas saltan como si hubieran recibido una descarga eléctrica:

- Ciudadano diputado –interrumpe a Fox- con todo respeto le ruego que no sea esto un pretexto para hacer el estudio literario que usted está intentando; refiérase por favor a los hechos para los que pidió el uso de la palabra.

Fox también molesto por tanta interrupción le pide a Montes que no le quite más tiempo de su tiempo y continúa con el hipotético relato:

- Cómo quisiera –dice el hipotético Salinas de Gortari de Vicente Fox- que el Colegio electoral pudiera no sólo abrir los paquetes electorales sino que en apoyo a la Constitución, y al derecho, pudiera legitimar y aclarar ante todo el pueblo mi triunfo electoral o que de no haber sido un proceso electoral limpio se me relevara de la obligación de tomar este trago amargo de gobernar contra la voluntad del pueblo, y sobre todo se me relevara de tener que enfrentar la mirada de mis auténticos amigos y sobre todo tener que dar la cara a ustedes mis hijos y mi esposa.

“Pero todo esto claro es un sueño yo tengo la responsabilidad, tengo que mantener la estabilidad y la paz social que México necesita” aquí termina su relato hipotético.

Finalmente el que sería presidente de la República con el sorprendente apoyo de millones de mexicanos termina su participación en una de las noches más largas de la Nación:

“Y así sigue él (Salinas) soñando y soñando. Yo les pido que aunque tenga él que ser el presidente lo legitimen haciendo siquiera un buen dictamen de acuerdo a la Constitución a la ley, a los reglamentos y a la lógica. Muchas Gracias”.

¿Qué pasó con ese Vicente Fox que después de bajar de la tribuna bajó hasta los sótanos de la Cámara de Diputados acompañado de un grupo de diputados con la intención de abrir los paquetes electorales? (Acto que suspendió después de que los militares les cortaran cartucho a los valientes legisladores. Años más tarde el guanajuatense confesaría que tuvo miedo y que si no siguió adelante fue porque todavía no le tocaba morir por la patria)

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