Pemex Exploración y Producción pagó por adelantado 599 mil 369 dólares –aproximadamente 6 millones 700 mil pesos, de un total de 60 millones de pesos– a la empresa Hildebrando S.A. de C.V., dirigida por Diego Zavala Gómez del Campo por “la actualización de licencias y el mantenimiento de programas de cómputo Business Objects”, según la copia de un contrato en poder de Proceso.
Pero Business Objects es mucho más que una serie de programas especializados. En realidad, se trata de una empresa estadunidense con negocios en Argentina, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, República Dominicana, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Jamaica, Panamá y Puerto Rico.
Según su página de internet y sus representantes en México, el fabricante original de los sistemas comprados por Petróleos Mexicanos es la propia Business Objects, ubicada en Miami, y no Hildebrando S.A. de C.V.
La compañía manejada por Diego Zavala es una de sus asociadas y distribuidoras en México, al igual que otras cuatro empresas como Abits, Grupo ASSA, Medesys y SIIE. Business Objects cuenta con una oficina en la avenida Ávila Camacho número 36, Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
De acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, para que sea aprobada una adjudicación directa es necesario comprobar que no existen alternativas o sustitutos técnicamente razonables. Y en su artículo 41, fracción I, establece: “El contrato sólo puede celebrarse con una determinada persona que posee la titularidad o el licenciamiento exclusivo de patentes, derechos de autor y otros derechos exclusivos”.
De acuerdo con la información disponible, Pemex pudo tener otras opciones en lugar de contratar a Hildebrando S.A. de C.V., puesto que Business Objects tiene oficinas en México, además de otras cuatro distribuidoras de su producto.
Desde el miércoles 14 de junio, Proceso solicitó una entrevista con el departamento de Comunicación Social de Pemex para tratar el tema, pero al cierre de esta edición, más de una semana después, no se obtuvo respuesta.
En conversación telefónica, un representante de Business Objects en México, Luis Bernardo Rodríguez, confirmó a este semanario que Hildebrando es una de sus asociadas y distribuidoras. Añadió que su empresa maneja un tabulador de precios único para empresas privadas y gobierno. Sin embargo, se negó a informar a cuánto ascendió el costo de las licencias renovadas por Pemex.
De acuerdo con datos de la página oficial Compranet, la paraestatal pagó a Hildebrando S.A. de C.V., más de 60 millones de pesos, aunque dicha suma fue dividida en dos partes: la primera, de 18 millones 62 mil 688 pesos, cubrió el costo de adquisición de licencias de uso e instalación de programas de cómputo Business Objects, así como el mantenimiento técnico. La segunda, de 42 millones 22 mil 793 pesos, se destinó al pago de “servicios de mantenimiento, prevención, corrección y conservación del equipo informático”.
Se trata de un contrato único pagado en dólares y dividido en dos, aunque ampara el mismo servicio. Esta situación podría dar lugar a uno de los impedimentos para la aprobación de adjudicaciones directas, de acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Sin embargo, la paraestatal asegura que para contratar el servicio cumplió con las normas en la materia. Incluso refiere que contó con el apoyo de la Secretaría de Hacienda, así como del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de Pemex Exploración y Producción.
Este contrato fue firmado en noviembre de 2004, meses después de que Felipe Calderón saliera de la Secretaría de Energía. Para ese entonces ya figuraba como uno de los precandidatos del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República.
“Se hará el pago anticipado de 599 mil 369.80 (quinientos noventa y nueve mil, trescientos sesenta y nueve) dólares estadunidenses, únicamente de las actualizaciones y el mantenimiento de las licencias Business Objects”, precisa el contrato en la página siete.
Los documentos públicos sobre esta compraventa de programas de cómputo indican que el domicilio fiscal del Hildebrando S.A. de C.V., se encuentra en la calle Durango, colonia Roma, de la Ciudad de México. Actualmente, las oficinas de la empresa están en Paseo de la Reforma 195.
En diversas entrevistas, Diego Zavala ha dicho que despacharon en la colonia Roma hasta finales de 2002. Lo que no cuadra es que esta sea la dirección oficial que aparece en este contrato de Pemex, firmado hasta noviembre de 2004.
Pero Business Objects es mucho más que una serie de programas especializados. En realidad, se trata de una empresa estadunidense con negocios en Argentina, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, República Dominicana, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Jamaica, Panamá y Puerto Rico.
Según su página de internet y sus representantes en México, el fabricante original de los sistemas comprados por Petróleos Mexicanos es la propia Business Objects, ubicada en Miami, y no Hildebrando S.A. de C.V.
La compañía manejada por Diego Zavala es una de sus asociadas y distribuidoras en México, al igual que otras cuatro empresas como Abits, Grupo ASSA, Medesys y SIIE. Business Objects cuenta con una oficina en la avenida Ávila Camacho número 36, Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
De acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, para que sea aprobada una adjudicación directa es necesario comprobar que no existen alternativas o sustitutos técnicamente razonables. Y en su artículo 41, fracción I, establece: “El contrato sólo puede celebrarse con una determinada persona que posee la titularidad o el licenciamiento exclusivo de patentes, derechos de autor y otros derechos exclusivos”.
De acuerdo con la información disponible, Pemex pudo tener otras opciones en lugar de contratar a Hildebrando S.A. de C.V., puesto que Business Objects tiene oficinas en México, además de otras cuatro distribuidoras de su producto.
Desde el miércoles 14 de junio, Proceso solicitó una entrevista con el departamento de Comunicación Social de Pemex para tratar el tema, pero al cierre de esta edición, más de una semana después, no se obtuvo respuesta.
En conversación telefónica, un representante de Business Objects en México, Luis Bernardo Rodríguez, confirmó a este semanario que Hildebrando es una de sus asociadas y distribuidoras. Añadió que su empresa maneja un tabulador de precios único para empresas privadas y gobierno. Sin embargo, se negó a informar a cuánto ascendió el costo de las licencias renovadas por Pemex.
De acuerdo con datos de la página oficial Compranet, la paraestatal pagó a Hildebrando S.A. de C.V., más de 60 millones de pesos, aunque dicha suma fue dividida en dos partes: la primera, de 18 millones 62 mil 688 pesos, cubrió el costo de adquisición de licencias de uso e instalación de programas de cómputo Business Objects, así como el mantenimiento técnico. La segunda, de 42 millones 22 mil 793 pesos, se destinó al pago de “servicios de mantenimiento, prevención, corrección y conservación del equipo informático”.
Se trata de un contrato único pagado en dólares y dividido en dos, aunque ampara el mismo servicio. Esta situación podría dar lugar a uno de los impedimentos para la aprobación de adjudicaciones directas, de acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Sin embargo, la paraestatal asegura que para contratar el servicio cumplió con las normas en la materia. Incluso refiere que contó con el apoyo de la Secretaría de Hacienda, así como del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de Pemex Exploración y Producción.
Este contrato fue firmado en noviembre de 2004, meses después de que Felipe Calderón saliera de la Secretaría de Energía. Para ese entonces ya figuraba como uno de los precandidatos del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República.
“Se hará el pago anticipado de 599 mil 369.80 (quinientos noventa y nueve mil, trescientos sesenta y nueve) dólares estadunidenses, únicamente de las actualizaciones y el mantenimiento de las licencias Business Objects”, precisa el contrato en la página siete.
Los documentos públicos sobre esta compraventa de programas de cómputo indican que el domicilio fiscal del Hildebrando S.A. de C.V., se encuentra en la calle Durango, colonia Roma, de la Ciudad de México. Actualmente, las oficinas de la empresa están en Paseo de la Reforma 195.
En diversas entrevistas, Diego Zavala ha dicho que despacharon en la colonia Roma hasta finales de 2002. Lo que no cuadra es que esta sea la dirección oficial que aparece en este contrato de Pemex, firmado hasta noviembre de 2004.
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