Tic-tac… tic-tac… The final countdown, mi estimado. A partir de hoy el silencio de las campañas presidenciales será oro para millones de mexicanos hartos de tanta política espotera, guerra de lodo y descalificaciones que, es importante recordar, comenzaron en las filas del PAN y que hoy medio México clama histérico por la necesidad de sanar la polarización de la sociedad que tuvo su simpático comienzo en las épocas del célebre desafuero donde, utilizando una sucia artimaña desde el mentado rinconcito tenebrosón de la PGR operado por Macedo de la Concha, se pretendió darle su ración de flit al incómodo tabasqueño que hoy tiene grandes posibilidades de alzarse con el triunfo el próximo 2 de julio.
Y también, finalmente el CCE de José Luis Barraza recibió su tubazo, perdón, la atenta sugerencia de bajarle a su temerario tonito mediático y sumarse a la distensión del ambiente preelectoral y con ello evitar enrarecer estos divertidos días de música silenciosa... que serán caldo detonante de cultivo y extraordinario escaparate para que aparezcan the usual enemies of fun.
Ya se sabe la de cajón, my friend, en la guerra los que más miedo tienen son los que corren mayor peligro. Y a lo largo de estos desaforados meses López Obrador ha demostrado ser, para muchos que han hecho sus explicables fortunas al amparo del ya conocido tráfico de influencias y de privilegios fiscales & other fussy things por parte de Hacienda y otras singulares dependencias, un peligro para sus intereses, su conveniente y desvergonzado modo de vida.
Porque hay condiciones para hacer negocios en este país que sexenio a sexenio demuestra ser un barril sin fondo en riqueza para unos cuantos. Efectivamente hay dos proyectos que se juegan este domingo, y que la sociedad mexicana ha resentido (hasta en las mejores familias) el resultado de estos meses donde el presidente (con minúsculas) ha sido el primer responsable de estirar la cuerdita renunciando a su condición de Jefe de Estado. Una cuadrilla azul —y uno que otro tricolor, no olvidemos al defensor de los derechos de las ratas, Arturo Montiel— de pasados de lanza que comenzaron en el 2000 con una calidad de vida moderada y finalizan seis años después con muy cuestionables fortunas.
Felipe Calderón renunció, después de no ser el candidato oficial resistiendo los embates que desde la cabañita acogedora le propinaban, a ser el candidato del verdadero cambio. Tan pronto salió victorioso de la descarnada lucha por la candidatura blanquiazul, visitó Los Pinos y salió eufórico a decir que ya era el candidato de Fox (como si lo necesitara)… y en ese instante arriesgó lo ganado. From then on, Calderón se dejó arrastrar por los poderosos intereses convirtiéndose en el candidato del status quo … que no del Estado. Hoy, amable lector, tras el huracán Hildebrando y sus estelas que aún no terminan de devastar las bases y los principios de una gran parte del panismo, enfrenta la seria posibilidad de una derrota que le ha dado además, en esta divertida recta final, a Roberto Madrazo oxígeno como para, en los pronósticos de algunos, colocarse arriba del PAN.
El miedo, mi estimado, no anda en burro y tras el escándalo del mal uso del padrón cruzado con la información de los programas sociales, despliegan una extraña sombra que oscurece la transparencia y limpieza de los comicios. El 3 de julio con todo y curiosos discursos de la urgencia de un pacto de unidad nacional, whatever, hay heridas que tomarán mucho tiempo en sanar. Los retos no son menores. La voluntad política de Fox para una sana transición no se avizora, al contrario, se ha encargado de enviar sus entretenidos mensajitos de ocurrentes sorpresas que sólo abonan un terreno de incertidumbre que en nada ayudarán a México y envía, paradójicamente, la señal errónea para esos millonarios intereses económicos.
Muy pronto, my friend, veremos de qué cuero salen más correas, y en los meses anteriores al 1 de diciembre seremos testigos de la sangrienta guerra del fuego amigo azul y sus ajustes de cuentas que, sumados a los mensajes de los barones del narcotráfico, harán de este sexenio un cierre por demás espectacular...
Y también, finalmente el CCE de José Luis Barraza recibió su tubazo, perdón, la atenta sugerencia de bajarle a su temerario tonito mediático y sumarse a la distensión del ambiente preelectoral y con ello evitar enrarecer estos divertidos días de música silenciosa... que serán caldo detonante de cultivo y extraordinario escaparate para que aparezcan the usual enemies of fun.
Ya se sabe la de cajón, my friend, en la guerra los que más miedo tienen son los que corren mayor peligro. Y a lo largo de estos desaforados meses López Obrador ha demostrado ser, para muchos que han hecho sus explicables fortunas al amparo del ya conocido tráfico de influencias y de privilegios fiscales & other fussy things por parte de Hacienda y otras singulares dependencias, un peligro para sus intereses, su conveniente y desvergonzado modo de vida.
Porque hay condiciones para hacer negocios en este país que sexenio a sexenio demuestra ser un barril sin fondo en riqueza para unos cuantos. Efectivamente hay dos proyectos que se juegan este domingo, y que la sociedad mexicana ha resentido (hasta en las mejores familias) el resultado de estos meses donde el presidente (con minúsculas) ha sido el primer responsable de estirar la cuerdita renunciando a su condición de Jefe de Estado. Una cuadrilla azul —y uno que otro tricolor, no olvidemos al defensor de los derechos de las ratas, Arturo Montiel— de pasados de lanza que comenzaron en el 2000 con una calidad de vida moderada y finalizan seis años después con muy cuestionables fortunas.
Felipe Calderón renunció, después de no ser el candidato oficial resistiendo los embates que desde la cabañita acogedora le propinaban, a ser el candidato del verdadero cambio. Tan pronto salió victorioso de la descarnada lucha por la candidatura blanquiazul, visitó Los Pinos y salió eufórico a decir que ya era el candidato de Fox (como si lo necesitara)… y en ese instante arriesgó lo ganado. From then on, Calderón se dejó arrastrar por los poderosos intereses convirtiéndose en el candidato del status quo … que no del Estado. Hoy, amable lector, tras el huracán Hildebrando y sus estelas que aún no terminan de devastar las bases y los principios de una gran parte del panismo, enfrenta la seria posibilidad de una derrota que le ha dado además, en esta divertida recta final, a Roberto Madrazo oxígeno como para, en los pronósticos de algunos, colocarse arriba del PAN.
El miedo, mi estimado, no anda en burro y tras el escándalo del mal uso del padrón cruzado con la información de los programas sociales, despliegan una extraña sombra que oscurece la transparencia y limpieza de los comicios. El 3 de julio con todo y curiosos discursos de la urgencia de un pacto de unidad nacional, whatever, hay heridas que tomarán mucho tiempo en sanar. Los retos no son menores. La voluntad política de Fox para una sana transición no se avizora, al contrario, se ha encargado de enviar sus entretenidos mensajitos de ocurrentes sorpresas que sólo abonan un terreno de incertidumbre que en nada ayudarán a México y envía, paradójicamente, la señal errónea para esos millonarios intereses económicos.
Muy pronto, my friend, veremos de qué cuero salen más correas, y en los meses anteriores al 1 de diciembre seremos testigos de la sangrienta guerra del fuego amigo azul y sus ajustes de cuentas que, sumados a los mensajes de los barones del narcotráfico, harán de este sexenio un cierre por demás espectacular...
3 comentarios:
Te invito a checar mi ultimo post sobre MIRADA PUBLICA a ver que te parece.
Saludos y bendiciones.
Todos puestos para votar el 2 de julio y apoyar a nuestro próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador. La campaña fue difícil, pero lo verdaderamente difícil viene después del 2 de julio: reconciliar a los mexicanos y construir un país mejor.
Mañana sera un parteaguas en la historia de nuestro pais.
Saldremos a votar por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, saldremos a votar por un sueño, saldremos a votar por el pais que creemos debemos merecer.
Por primera vez en la historia estamos seguros que nuestro voto cuenta; hace seis años todavia teniamos dudas, hoy no; reflexionemos nuestro voto, Mexico debe ser un pais de oportunidades verdaderas para todos y cada uno de nosotros, no solo para las familias de los gobernantes.
Salgamos a votar por Mexico.
Sonrian, Mexico va a ganar.
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