El jefe de Gobierno de la Ciudad de México declaró que las espléndidas maquinaciones del recluido Carlos Ahumada, para obtener beneficios procesales y en su condición de enjuiciado tienen razón de ser en un afán desesperado de chantaje. Con la banalidad y confusión de unos videos exhibirían malignamente a Horacio Duarte, actor político del PRD y al subprocurador de Justicia del Distrito Federal, Renato Sales.
A partir de una balacera sobre la camioneta blindada de la familia Ahumada de la mañana temprana del día de ayer, se suspendió una conferencia de prensa y la exhibición y dación de esos materiales videograbados. El recluido Ahumada conspiró constantemente para tener presunta constancia de transacciones o tratos indebidos con el malvenido argentino que en México logró prosperidad económica y ahora ruina moral, sicológica y familiar, dice.
La madre de sus hijos, su esposa, con la compañía de su amiga íntima, la señora Rosario Robles, se ha empeñado en divulgar quejas, querellas e insidias, para promover otra interpretación de las andanzas que llevaron al encarcelado a enriquecer y a la perdición social y de salud en el último bienio. Y si las cábalas de los gentiles, que no la sapiencia de la cábala judía, ha de atenderse, el trinomio 6-6-6, que apuntó ayer F. Bartolomé, acarreó otro día fatal para el embaucador y embarcador avecindado en México.
El atentado al transporte familiar de los Ahumada conllevó la cancelación de la muestra de los videos y el golpe escénico de menoscabar la participación de Andrés Manuel López Obrador en el imaginario e increído "debate" de ayer en la noche. Al mediodía de este mismo día las versiones comunes sobre la balacera tendían, unas, a sospechar que podría tratarse de un autoatentado. O de un imbécil y criminal asalto de algún reivindicador enfermo o de una provocación estéril y abominable.
Esta nueva provocación muy deliberada también falló. Primero por la recusación formal e inmediata que expresaron los inodados en las producciones del videoasta doloso y por el tiroteo para dañar o amedrentar a los Ahumada. O para fingir persecución hasta el colmo, también se ha pensado y dicho.
En conversación telefónica, indebidamente intervenida con la ex jefa de Gobierno, cantinflesca, con lloros y lloriqueos, con risas y risotadas, que divulgó este martes El Universal, se precisan las intenciones y los juegos de los involucrados en este sainete tragicómico, muy oneroso para muchas personas que cayeron en el garlito de ofertas, "ayudas" y patrocinios del inculpado de varios delitos. Sólo lecturas e interpretaciones escrupulosas podrían determinar, con alguna claridad, tramas y personajes. En este documento auditivo se habla de otras maquinaciones y de la amenaza de "irse a la yugular" si no se obsequian las demandas de Carlos Ahumada y de sus bienquerientes.
Es creencia amplia que este astuto y enfermizo negociante, y quienes habrían de beneficiarse con sus denuncias, quejas y quejumbres, es doloso. Ocurriría la presentación de videos en el momento en que AMLO externaría intenciones, razones y emociones y que habría de haber agregado malestares y pretextos para provocar sospechas y suspicacias, otras, sobre sus colaboradores.
Unos panistas han divulgado que no tienen nada que ver con esta empeñosa injerencia empresarial en la política mexicana. Jesús Ortega, en campaña con López Obrador, no admite esta posición. Por el contrario aseveró que ésta es una obra de la Presidencia de la República. No han exhibido pruebas, aunque sí han dado nombres. Como acertadamente se ha analizado esta campaña presidencial ha sido en mucho vacua, centrada en los ataques personales, con errores y bajezas, con imprecisiones temáticas y ofertas de desmesura.
A menos de un mes de que, en principio, se finiquite el enojoso combate electoral, el hartazgo y las decepciones son las consecuencias de un proceso en el desaseo, y aún con porcicultura política intoxican las decisiones y las voluntades electorales. Se ha visto y oído cómo personas con las manos limpias, pero con el corazón y mente sucias por el envilecimiento y la ambición de poder, con rencores y miedos a flor de piel, en páginas, emisiones radiofónicas y televisivas, particularmente, vomitan mentiras, calumnias, difamaciones sin reticencias y con cinismos espeluznantes. Casi nadie se salva de la diatriba y de las imputaciones mentirosas y exacerbadas.
En el "debate" la noche de ayer no podía haber posibilidades de propuestas y su negociación, de ponderaciones y admisión de otras posturas, sobre todo para el futuro posfoxiano. Locos desventurados, varios candidatos no dan idea de que entiendan que lo que está en juego no es tan sólo su propia persona, sus proyectos o su partido. En los dos últimos años los asesinatos diarios del narco y sus cómplices, las persecuciones y victimaciones de políticos, el chaqueteo o fugas de gerifaltes que fueron del PRI, las represiones brutales como en Atenco, la violencia también inicua de quienes buscan reivindicaciones, como en Oaxaca, anuncian que los partidos han creado un suicida bumerang. No sólo Ahumada.
A partir de una balacera sobre la camioneta blindada de la familia Ahumada de la mañana temprana del día de ayer, se suspendió una conferencia de prensa y la exhibición y dación de esos materiales videograbados. El recluido Ahumada conspiró constantemente para tener presunta constancia de transacciones o tratos indebidos con el malvenido argentino que en México logró prosperidad económica y ahora ruina moral, sicológica y familiar, dice.
La madre de sus hijos, su esposa, con la compañía de su amiga íntima, la señora Rosario Robles, se ha empeñado en divulgar quejas, querellas e insidias, para promover otra interpretación de las andanzas que llevaron al encarcelado a enriquecer y a la perdición social y de salud en el último bienio. Y si las cábalas de los gentiles, que no la sapiencia de la cábala judía, ha de atenderse, el trinomio 6-6-6, que apuntó ayer F. Bartolomé, acarreó otro día fatal para el embaucador y embarcador avecindado en México.
El atentado al transporte familiar de los Ahumada conllevó la cancelación de la muestra de los videos y el golpe escénico de menoscabar la participación de Andrés Manuel López Obrador en el imaginario e increído "debate" de ayer en la noche. Al mediodía de este mismo día las versiones comunes sobre la balacera tendían, unas, a sospechar que podría tratarse de un autoatentado. O de un imbécil y criminal asalto de algún reivindicador enfermo o de una provocación estéril y abominable.
Esta nueva provocación muy deliberada también falló. Primero por la recusación formal e inmediata que expresaron los inodados en las producciones del videoasta doloso y por el tiroteo para dañar o amedrentar a los Ahumada. O para fingir persecución hasta el colmo, también se ha pensado y dicho.
En conversación telefónica, indebidamente intervenida con la ex jefa de Gobierno, cantinflesca, con lloros y lloriqueos, con risas y risotadas, que divulgó este martes El Universal, se precisan las intenciones y los juegos de los involucrados en este sainete tragicómico, muy oneroso para muchas personas que cayeron en el garlito de ofertas, "ayudas" y patrocinios del inculpado de varios delitos. Sólo lecturas e interpretaciones escrupulosas podrían determinar, con alguna claridad, tramas y personajes. En este documento auditivo se habla de otras maquinaciones y de la amenaza de "irse a la yugular" si no se obsequian las demandas de Carlos Ahumada y de sus bienquerientes.
Es creencia amplia que este astuto y enfermizo negociante, y quienes habrían de beneficiarse con sus denuncias, quejas y quejumbres, es doloso. Ocurriría la presentación de videos en el momento en que AMLO externaría intenciones, razones y emociones y que habría de haber agregado malestares y pretextos para provocar sospechas y suspicacias, otras, sobre sus colaboradores.
Unos panistas han divulgado que no tienen nada que ver con esta empeñosa injerencia empresarial en la política mexicana. Jesús Ortega, en campaña con López Obrador, no admite esta posición. Por el contrario aseveró que ésta es una obra de la Presidencia de la República. No han exhibido pruebas, aunque sí han dado nombres. Como acertadamente se ha analizado esta campaña presidencial ha sido en mucho vacua, centrada en los ataques personales, con errores y bajezas, con imprecisiones temáticas y ofertas de desmesura.
A menos de un mes de que, en principio, se finiquite el enojoso combate electoral, el hartazgo y las decepciones son las consecuencias de un proceso en el desaseo, y aún con porcicultura política intoxican las decisiones y las voluntades electorales. Se ha visto y oído cómo personas con las manos limpias, pero con el corazón y mente sucias por el envilecimiento y la ambición de poder, con rencores y miedos a flor de piel, en páginas, emisiones radiofónicas y televisivas, particularmente, vomitan mentiras, calumnias, difamaciones sin reticencias y con cinismos espeluznantes. Casi nadie se salva de la diatriba y de las imputaciones mentirosas y exacerbadas.
En el "debate" la noche de ayer no podía haber posibilidades de propuestas y su negociación, de ponderaciones y admisión de otras posturas, sobre todo para el futuro posfoxiano. Locos desventurados, varios candidatos no dan idea de que entiendan que lo que está en juego no es tan sólo su propia persona, sus proyectos o su partido. En los dos últimos años los asesinatos diarios del narco y sus cómplices, las persecuciones y victimaciones de políticos, el chaqueteo o fugas de gerifaltes que fueron del PRI, las represiones brutales como en Atenco, la violencia también inicua de quienes buscan reivindicaciones, como en Oaxaca, anuncian que los partidos han creado un suicida bumerang. No sólo Ahumada.
Correo electrónico: froymln@prodigy.net.mx
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