Fecha: 04-Jul-2006
México, D.F., 3 de julio (Revista Proceso, edición 1548).- Alrededor de las 18 horas del 2 de julio, la incertidumbre se apoderó de los pasillos y de las oficinas de los consejeros del Instituto Federal Electoral, pues todos coincidían que “no había nada para nadie” y la desconfianza creció frente a los erráticos mensajes que enviaban los propios consejeros electorales. Además el consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, comenzó a recibir presiones de todos los flancos posibles, incluidas las televisoras, el gobierno federal y los equipos de campaña, para que no adelantara resultados ante lo que se vislumbraba como un “empate técnico” entre los dos principales candidatos: Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador.
Para esas horas se supo que Televisa y TV Azteca tomaron la decisión de no dar a conocer los resultados de sus exit poll, ante lo cerrado de la contienda. En las oficinas de los consejeros del IFE comenzó lo que Horacio Duarte, representante de la coalición Por el Bien de Todos, calificó como “la primera intentona” del PAN y del PRI para “generar incertidumbre” en torno al conteo rápido que realizó el organismo electoral sobre la base de una muestra de 7 mil 636 casillas, de un total de 130 mil 500.
El representante de Acción Nacional ante el IFE, Germán Martínez, acudió a las oficinas de los consejeros Virgilio Andrade, Andrés Albo y Rodrigo Morales, para exigirles que “no se doblaran” y no dieran a conocer los resultados del conteo rápido.
Previamente, Martínez habló con Felipe Solís Acero, representante de la Alianza por México, mostrándole una hoja con resultados de encuestas internas elaboradas por Arcop, GEA-ISA, Ulises Beltrán, Marketing Político y hasta María de las Heras, que otorgaban una ventaja de entre 3 y 2 puntos porcentuales a Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador.
Paradójicamente, en la sala de prensa del IFE, la encuestadora María de las Heras desmintió ante Proceso que su empresa hubiera realizado alguna encuesta de salida. “Ni una sola elaboramos nosotros. Ahora ya me quieren echar la culpa hasta de sus contradicciones”, afirmó De las Heras.
Poco después, Germán Martínez y Felipe Solís Acero volvieron a reunirse. El representante del PAN le sugirió a su homólogo priista: “el PRI, aquí, va a jugar un papel fundamental”.
El representante del PRI ante el IFE y exsecretario ejecutivo del mismo organismo durante la época de José Woldenberg le reviró a Martínez: “hoy lo importante es el IFE. El PRI jugará un papel fundamental mañana”.
Las negociaciones comenzaron a tensarse. Felipe Solís recreó un breve encuentro de 20 minutos con Luis Carlos Ugalde al filo de las nueve de la noche. “Sería catastrófico que dieras resultados que no sean corroborados por el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) horas después”, le insistió Solís Acero a Ugalde.
En breve entrevista con la revista Proceso, Felipe Solís Acero confió: “yo percibo una operación gubernamental muy fuerte. Es una percepción generalizada”. Cuestionado acerca de una eventual operación de fraude, respondió: “Dejémoslo, por ahora, en una operación gubernamental”.
Para esas horas se supo que Televisa y TV Azteca tomaron la decisión de no dar a conocer los resultados de sus exit poll, ante lo cerrado de la contienda. En las oficinas de los consejeros del IFE comenzó lo que Horacio Duarte, representante de la coalición Por el Bien de Todos, calificó como “la primera intentona” del PAN y del PRI para “generar incertidumbre” en torno al conteo rápido que realizó el organismo electoral sobre la base de una muestra de 7 mil 636 casillas, de un total de 130 mil 500.
El representante de Acción Nacional ante el IFE, Germán Martínez, acudió a las oficinas de los consejeros Virgilio Andrade, Andrés Albo y Rodrigo Morales, para exigirles que “no se doblaran” y no dieran a conocer los resultados del conteo rápido.
Previamente, Martínez habló con Felipe Solís Acero, representante de la Alianza por México, mostrándole una hoja con resultados de encuestas internas elaboradas por Arcop, GEA-ISA, Ulises Beltrán, Marketing Político y hasta María de las Heras, que otorgaban una ventaja de entre 3 y 2 puntos porcentuales a Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador.
Paradójicamente, en la sala de prensa del IFE, la encuestadora María de las Heras desmintió ante Proceso que su empresa hubiera realizado alguna encuesta de salida. “Ni una sola elaboramos nosotros. Ahora ya me quieren echar la culpa hasta de sus contradicciones”, afirmó De las Heras.
Poco después, Germán Martínez y Felipe Solís Acero volvieron a reunirse. El representante del PAN le sugirió a su homólogo priista: “el PRI, aquí, va a jugar un papel fundamental”.
El representante del PRI ante el IFE y exsecretario ejecutivo del mismo organismo durante la época de José Woldenberg le reviró a Martínez: “hoy lo importante es el IFE. El PRI jugará un papel fundamental mañana”.
Las negociaciones comenzaron a tensarse. Felipe Solís recreó un breve encuentro de 20 minutos con Luis Carlos Ugalde al filo de las nueve de la noche. “Sería catastrófico que dieras resultados que no sean corroborados por el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) horas después”, le insistió Solís Acero a Ugalde.
En breve entrevista con la revista Proceso, Felipe Solís Acero confió: “yo percibo una operación gubernamental muy fuerte. Es una percepción generalizada”. Cuestionado acerca de una eventual operación de fraude, respondió: “Dejémoslo, por ahora, en una operación gubernamental”.
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